La pianista Mami Hagiwara debuta con la Sinfónica Juvenil de Caracas
A los 13 años fue la ganadora más joven del 27º Concurso Internacional de Piano Palma D’ Oro y es la primera japonesa en obtener el primer premio de la edición número 65 del Concurso Internacional de Música de Ginebra 2010.
Conoce la labor de El Sistema desde 2010 y desde 2012 aspiraba tocar con la Sinfónica Juvenil de Caracas, debut que hará interpretando el Concierto para piano y orquesta de Edvard Grieg
La primera vez que escuchó a la Sinfónica Juvenil de Caracas fue en Viena. Corría el año 2012 y la orquesta recorría Europa bajo la batuta de Dietrich Paredes. Se sorprendió. La pasión de sus músicos hizo que la pianista Mami Hagiwara soñara con tocar alguna vez junto a ellos. El día llegó: este 8 de junio a las 5:00 p.m. interpretarán el Concierto para piano y orquesta en la menor, Op. 16 de Edvard Grieg, en la sala Simón Bolívar del Centro de Acción Social por la Música.
«Desde que los vi en Viena he querido venir a Caracas para reunirme con ellos en el escenario ¡Finalmente, el sueño se hizo realidad! La Juvenil de Caracas interpreta con pasión y respeto la música. Eso es una de las cualidades más importantes que debe tener una orquesta a la hora de tocar. Compartir con ellos me hace muy feliz, sobre todo porque su director trabaja con la misma pasión que ellos», aseguró la japonesa que comenzó a tocar piano a la edad de 5 años.
Hagiwara saltó a la fama por ser la primera japonesa en obtener el primer premio de Piano en la edición número 65 del Concurso Internacional de Música de Ginebra que se realizó en 2010. Este primer lugar del instrumento se había declarado desierto durante ocho años consecutivos. «Gracias a esa competencia obtuve la fama, y han llegado a conocer mi trabajo en todo el mundo», afirma quien a los 13 años fue la ganadora más joven del 27º Concurso Internacional de Piano Palma D’ Oro.
Fue en 2010 cuando la pianista, a través de una página de videos, conoció el trabajo educativo, musical y social que realiza El Sistema. A través de ese medio comenzó a ver los conciertos de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar.
«Es importante lo que se está haciendo en Venezuela. Visité el Núcleo Montalbán y vi con mis propios ojos cómo niños muy pequeños tocaron música de manera apasionada. Los ojos les brillaban. Ahí me di cuenta que están llenos de esperanza por un futuro mejor ¡Esto es un gran proyecto!», expresó enormemente emocionada.
Para Hagiwara la pasión que le imprimen a sus presentaciones no proviene de una simple técnica, sino que nace del corazón. Para ella la música lo es todo: «es tan necesaria como el aire que respiro. Escucharla y tocarla hace que continuamente me sienta conmovida. A partir de esta experiencia solo quisiera vivir así porque es lo que me hace feliz», indicó la pianista que se reencontrará con la Sinfónica Juvenil de Caracas en Japón a finales del año.