Jóvenes violinistas interpretarán clásicos del repertorio académico universal
Este viernes 20 y domingo 22 de enero, la Sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música será tomada por el sonido de los violines en manos de los jóvenes Ana Aparicio y Richard Urbina.
Importantes compositores de diversos períodos han escrito conciertos para violín desde el barroco, época en la que se comenzó a desarrollar la escritura de conciertos para solistas. El repertorio para este instrumento siguió creciendo, los compositores de cada período le dieron un espacio en su escritura, espacio que aún se mantiene. Dentro de los más destacados se encuentran los conciertos de Vivaldi, Bach, Bartók, Bruch, Mozart, Beethoven, Brahms, Mendelssohn, Paganini, Tchaikovsky, Sibelius, Shostakóvich, Berg y Stravinski.
La mayor parte de estos conciertos son de gran complejidad y requieren de una ardua preparación y estudio. En El Sistema han sido muchas las manos que los han tocado. Tal es el caso del joven violinista Richard Urbina, quien a sus 20 años de edad ha ofrecido diez conciertos solistas de alto nivel. “Desde mi primer concierto solista en el 2012 con la Orquesta Sinfónica Francisco de Miranda, donde toqué Tchaikovsky, siento que el aprendizaje ha sido valioso”, aseguró.
Actualmente Urbina es el concertino de la Orquesta Sinfónica Teresa Carreño, agrupación que lo acompañará en su próximo reto como solista: el Concierto para violín y orquesta en Re menor, Op.47, del compositor finlandés Jean Sibelius. Este es considerado como uno de los grandes conciertos del siglo XX. La dirección musical estará a cargo del maestro Pablo Castellanos, de quien el violinista dice estar aprendiendo mucho. “La preparación para este concierto ha sido enriquecedora. El maestro Pablo es súper preparado y fantástico. La orquesta ha sido muy receptiva conmigo dándome sugerencias para mejorar en cada ensayo. De verdad me siento muy bien”.
Sibelius además de compositor fue violinista en su adolescencia. Escribió este concierto antes de cumplir 40 años y fue completado en 1903. Durante su estreno en Helsinki, el 8 de febrero de 1904, dirigido por el mismo compositor, la respuesta del público no fue la esperada. Por tal motivo decidió retirarlo de la escena musical para revisarlo. En octubre de 1904 Richard Strauss estrenó en Berlín la versión corregida, que además era más corta que la primera. Pero fue hasta la década de los años treinta, cuando el violinista lituano Jascha Heifetz, uno de los más destacados del siglo XX, realizó una grabación de esta obra y la convirtió en uno de los conciertos más importantes del romanticismo nacionalista.
En la versión corregida, Sibelius dejó una anotación muy específica para quienes la vayan a interpretar: “El violinista aborda el tema principal a los cuatro compases del allegro, y no abandona el centro de la acción por toda la media hora que dura el concierto”. Y así lo hace el joven Urbina. Quien confesó haberse aprendido la obra de memoria en tan solo seis días de intenso estudio.
Para este novel solista, este concierto se traduce en mucha luz. “Aunque es bastante denso y cargado de muchas emociones, para mí es luz y esperanza. Eso es lo que siento mientras toco”.
Otra de las jóvenes solistas de este instrumento de cuerda es Ana Aparicio. Nacida en Maracay, estado Aragua, y con más de 15 años en El Sistema, ha participado en diferentes cursos con maestros como Roberto Valdés, Francisco Cabán, Pablo Vázquez, Luis Miguel González, Francisco Díaz y Pedro Moya. Como solista ha ofrecido conciertos en la Sala José Félix Ribas, del Teatro Teresa Carreño, y en la Sala Simón Bolívar, del Centro Nacional de Acción Social por la Música.
Aparicio será la encargada de abrir este año el ciclo de conciertos de la Cátedra Maestro José Francisco del Castillo, de la cual forma parte, con una de las obras más interpretada y popular del repertorio para violín. El Concierto N.º 2 para violín en Mi menor, Op. 64, del compositor alemán Felix Mendelssohn. Este concierto ha adquirido tanta fama que en ocasiones se le llama Concierto para violín de Mendelssohn, omitiendo el primer concierto escrito por él en el año 1822 cuando apenas contaba con 13 años de edad.
Luego de seis años de haberle surgido la idea de un nuevo concierto para violín solista, Mendelssohn pudo concebir el resto de su concierto mientras se encontraba en unas vacaciones familiares cerca de Frankfurt. La obra fue estrenada bajo la dirección de Niels Gade pero el compositor no pudo asistir debido a una enfermedad que le aquejaba. Fue hasta el 3 de octubre de 1847 cuando Mendelssohn logró escuchar su última composición interpretada por Joachim, meses antes de fallecer.
Estos conciertos sonarán en la Sala Simón Bolívar este fin de semana. El viernes 20 de enero a las 4:00 pm será el turno de Richard Urbina, donde además del Concierto para violín, la orquesta interpretará Las Hébridas, de Felix Mendelssohn, y la Sinfonía N° 4, Johannes Brahms. Por su parte, Ana Aparicio hará sonar las notas de su concierto el domingo 22 de enero a las 11:00 am, junto a la Orquesta Sinfónica de Caracas, dirigidos por Gonzalo Hidalgo. La obertura Rienzi, de Richard Wagner, y Scheherazade, de Nikolái Rimnski-Kórsakov, completarán el concierto matutino.
Estas actividades forman parte de las iniciativas que lleva a cabo el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia de la República y de Seguimiento de la Gestión de Gobierno.