Dedicación es la nota clave en la formación de niños y jóvenes del Núcleo San Agustín
Su directora, Tupac Rivas, señaló que esta responsabilidad que le ha tocado asumir en El Sistema se ha convertido en un desafío
Prensa El Sistema
Para la directora del Núcleo San Agustín, Tupac Rivas, esta responsabilidad que le ha tocado asumir en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela se ha convertido en un desafío, ya que “para desarrollar esta tarea hay que estar dentro de la institución para comprender la verdadera dinámica” de esta obra social y cultural concebida hace 44 años por el Maestro José Antonio Abreu.
Manifestó que ejercer esta función va más allá de un cargo administrativo y que requiere de mucha dedicación para la formación de los niños y jóvenes que ingresan a El Sistema.
“No es solo un nombre o un rol de mando. Es una misión, un apostolado al que lo asume con la esencia de lo que significa esta forma de hacer música a nivel nacional, que ya ha trascendido el mapa. Es un compromiso, es la posibilidad de llevar el mensaje, de organizar el equipo para alcanzar las metas propuestas; tener la apertura y flexibilidad para ajustarse en todos los tiempos y seguir dando al país ciudadanos de bien, formados desde este espacio de arte”, subraya.
En el día a día, motiva a otros jóvenes músicos con trayectoria en El Sistema a que dirijan un núcleo, fomentando en ellos valores como el sentido de pertenencia a la institución y con la asignación de responsabilidades y retos académicos que les permitan realizar el montaje de un repertorio y la organización de las clases.
Esta responsabilidad, agrega Rivas, representa la posibilidad de una evolución en lo profesional y en lo personal, por ello el director de un núcleo también debe establecer líneas de trabajo con el personal docente, administrativo y técnico.
“Por momentos debemos dejar de lado el pentagrama y abordar el tema administrativo, el cual también forma parte de la obra y hacen posible que cada fase esté, donde corresponda. Es ser ejemplo y agente motivador, es compromiso, subir y bajar del podio de acuerdo al momento, entender a otros, afinar la comunicación, imaginar que estamos dentro de una sinfonía con diferentes movimientos, modulaciones y alteraciones accidentales”, apunta.
Para la dirección del Núcleo San Agustín, los valores familiares y académicos le han servido a Rivas para afrontar este compromiso. En tal sentido, destaca las enseñanzas de diversos maestros inspiradores que han reforzado la importancia de “que el conocimiento se construye entre todos y que la preparación y la perseverancia van de la mano”, así como la necesidad de estar conscientes de que una decisión “puede afectar de forma positiva, o no, la evolución de un grupo o individuo”.
Formación integral
La trayectoria de Rivas en El Sistema comenzó cuando tenía 6 años de edad, en el Núcleo de Barquisimeto, estado Lara. “Vengo de una familia clase media sencilla, seis hermanos, papá y mamá; todos hemos tenido la oportunidad de cantar y tocar un instrumento; tres nos dedicamos a la música, iniciados en el mismo núcleo y nuestra casa por muchos años también fue salón de ensayo y centro de apoyo para otros compañeros”, rememora.
Sus primeros conocimientos fueron en banda y canto coral. Luego, inició sus estudios de violín, práctica orquestal y coral. “Recuerdo que los maestros de ese entonces nos exigían cantar y tocar, por lo que llevábamos las dos actividades. Desde ese entonces, creo por vivencia propia que esta dupla hace una fórmula ganadora en la formación del músico integral”, refiere.
La práctica colectiva de la música, impulsada por El Sistema, marcó la formación de Rivas por cuanto sus profesores le asignaban la tarea de enseñar a los compañeros que recién ingresaban. “Cuando me di cuenta, estaba haciendo los talleres de fila, dando clase y prestando apoyo como monitor con los grupos que se iniciaban, esto me gustaba y era todo un reto”, contó.
La música envolvió a la joven, por lo que viajó a Caracas para continuar con sus estudios en el Instituto Universitario de Estudios Musicales, actualmente Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte), donde obtuvo la licenciatura en Música, mención Educación Musical.
Asimismo, ingresó a las orquestas Juvenil de Caracas y Arcos de Venezuela, y desempeñó funciones docentes en los Núcleos La Rinconada, Montalbán y San Agustín. “En este espacio (San Agustín) he tenido la oportunidad de crecer a nivel profesional. Allí he sido profesora de instrumento, tallerista, seccionalista, directora de orquesta, directora musical, directora académica y en el presente directora del núcleo. Cada etapa y cada tarea han sido muy distintas y con responsabilidades diversas, de acuerdo al rol y al crecimiento que el núcleo ha tenido en todos estos años”, indicó.
“El tiempo transcurrido en el mismo núcleo, con diferentes tareas, me ha dado la bendición de ver crecer, de formar y ver realizados profesionalmente a unos cuantos niños y jóvenes que han pasado por nuestras aulas. El resultado del trabajo en equipo con colegas con trayectoria pedagógica y alto nivel de compromiso, que creen en esta forma de hacer música y jóvenes a quienes les puse el dedito en el instrumento por primera vez, han sido el motivo principal para continuar”, expresa con satisfacción.
Seguimos fortaleciendo el equipo gerencial del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.