Cruz Taylor Almao Juárez:»No me gustan que me llamen maestro»

Sus manos dejaron de dirigir el 13 de agosto de 2025: Cruz Taylor Almao Juárez, maestro de generaciones de coralistas y directores corales, fue el Gerente Nacional del Programa Académico Coral de El Sistema, desde 2018, y más allá del cargo o los títulos, fue el amigo, el ocurrente, el del trato cariñoso y riguroso a la vez, que sembró una escuela llena de valores y amor por la música, con su autenticidad propia que se expresaba como líder y como maestro.
Nació el 30 de marzo de 1944, en el seno de una numerosa familia en El Tocuyo (Lara). Estudió en el Conservatorio Nacional de Música, en México, mención educación musical, y luego realizó cursos de especialización musical en dirección coral, repertorio religioso y en técnica vocal.
Como él mismo decía, el maestro Cruz Taylor se hizo coralista primero, y cantó en varias agrupaciones, como el Coro de Cámara de Caracas. Estuvo igualmente en la Fundación Orfeón Universitario de la Universidad Central de Venezuela, institución que luego se denominó Fundación Vinicio Adames, de la cual fue su presidente hasta su partida. Allí fundó la Coral Vinicio Adames y el Coro de la Facultad de Ingeniería de la UCV, y en El Sistema, fundó el Coro Sinfónico de Los Llanos. También dirigió el Coro del Banco Industrial de Venezuela, el del Banco Mercantil y la Coral Viasa. Y antes de gerenciar el Programa Académico Coral, Cruz Almao, mejor conocido como Cucho, había sido Coordinador de Los Llanos, en Guanare, desde 2007 a 2018.
No hubo quien no lo quisiera, con ese don de gente, con su bonhomía y su carisma, pero sobre todo con su sencillez: “No me gusta que me llamen maestro”, repetía. Pero era imposible no dedicarle el homenaje a su sapiencia y experiencia, cuando con acierto señalaba deficiencias y con ejemplo corregía y mejoraba el sonido de la voz individual o de las voces en colectivo. Y es que para Cucho, era importantísima la buena educación musical, porque “la formación te da una ganancia espiritual”.
Era tanta su pasión por los coros, que cuando hablaba gesticulaba como si estuviera dirigiendo: sus manos acentuaban su verbo y le ponían sazón, “no me gusta hablar mucho, soy un director”.
Así, con este espíritu, llegó a Elistema hace 50 años, y, convencido de la labor social, priorizó la práctica coral, como el primer camino por el que transitan los niños y jóvenes cuando se inician, porque “nuestro trabajo es la integración de El Sistema con la sociedad, eso es muy importante, y la filosofía es hacer un buen ciudadano que se complemente con el mensaje de la música”. Este pensamiento era producto del ideal del Maestro José Antonio Abreu, con quien consolidó la emblemática frase de Tocar, Cantar y Luchar, partiendo, precisamente de la formación de los coros.
Su huella indeleble queda en el corazón de todos los integrantes de El Sistema, al convertirse en uno de los principales apoyos del Maestro Abreu, como fundador de numerosos núcleos en el occidente del país, y después como el alma y motor de los coros a lo largo y ancho del país: no hubo núcleo que no visitara para supervisar la actividad coral. Por eso, todos los coralistas de El Sistema hoy dan fe de su valía, llevan impresa esa huella y transmiten la energía que les legó el querido maestro Cruz Taylor Almao Juárez.
Fotógrafo: Pablo González @pablofotog