La familia caraqueña disfrutó de un alegre fin de semana en el Lejano Oeste
Vaqueros, Rancheros y Copland fue una presentación preparada por la escritora estadounidense Jamie Bernstein basada en obras del compositor norteamericano Aaron Copland. La Sinfónica Teresa Carreño y el director Michael Barrett fueron quienes regalaron la música a los grandes y pequeños que acudieron el sábado y el domingo al Cnaspm
“La música sirve para todo el mundo: niños, jóvenes, adultos. En ella hay algo para todos”. Esta es la premisa con la cual la hija del afamado compositor norteamericano Leonard Bernstein, Jamie Bernstein, llegó este fin de semana al Centro Nacional de Acción Social por Música (Cnaspm) en Caracas para presentar la obra didáctica Vaqueros, Rancheros y Copland.
Intervenida por un divertido y explicativo guión hecho por esta escritora, la apasionada y multicultural música del compositor estadounidense Aaron Copland resultó accesible y pintoresca para los niños y adultos que llenaron la sala Simón Bolívar. Ataviada de un caballo y sombrero de vaquero, Bernstein mostró cada elemento de sonoridad, color y sentimientos presentes en las obras Rodeo, Billy the kid y El Salón México, alusivas al Lejano Oeste norteamericano, resaltando cuando era oportuno la interpretación de los músicos de la Sinfónica Juvenil Teresa Carreño de Venezuela, que actuó bajo la dirección del también estadounidense Michael Barrett.
Con la participación activa de los espectadores, resaltando la de los niños de la audiencia, Bernstein hizo un paseo a través de calles llenas de arena, desiertos, montañas, policías, vaqueros, cantinas, elementos que luego se unieron con el sonido de la trompeta y otros instrumentos de percusión típicos de la música mexicana, pues la obra de Copland no dejó de lado la naturaleza azteca que también tiene esta región de Estados Unidos.
“Mi misión con este concierto fue introducir la música de Copland a la juventud de este país, pues se trata de uno de los compositores más apreciados en norteamérica y a quien le encantaban las historias del Viejo Oeste. También fue amigo y mentor de mi padre”, señaló la narradora desde su camerino al culminar el concierto.
Por su parte, Barrett, director y pianista neoyorkino, expresó: “Con este tipo de presentaciones quisimos continuar la tradición del maestro Bernstein aquí en Venezuela, con El Sistema, y la orquesta Teresa Carreño, que es un sueño. A pesar de que no conocían esta música, la tocaron como ángeles”.
Al finalizar el concierto, el público mostró su satisfacción con intensos aplausos y exclamaciones de alegría hacia la orquesta y los notables invitados norteamericanos presentes en el escenario. Minutos antes de culminar, Bernstein se salió del guión para celebrar: “¡qué suerte tienen los venezolanos de tener una orquesta como esta!”, en alusión a la juventud que conforma a la Teresa Carreño.
Entre otras cosas, destacó la presencia en la sala Simón Bolívar de las niñas de la Casa Hogar Negra Hipólita de Bello Monte, en la ciudad de Caracas, quienes fueron invitadas al espectáculo sinfónico por la Coordinación Nacional de Integración Social del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, que desde hace unos meses trabaja en este recinto ofreciendo clases de cuatro y canto.