Un día lleno de aprendizaje y talento vivió el Núcleo 23 de Enero
El Centro Académico Regional (C.A.R) 23 de enero, recibió a los maestros de la Escuela Latinoamericana de Percusión y del Ensamble Atalaya quienes le regalaron una tarde de conocimientos técnicos sobre la ejecución de instrumentos de percusión a los músicos en formación de los diferentes núcleos del Eje Central de Caracas
La actividad realizada el pasado viernes 8 de marzo, empezó a las 10:00 a.m. con un concierto del Ensamble Atalaya, quienes interpretaron las obras: Dance of the Drums de Gene Koshinski; Rhythm Song de Paul Smadbeck y Look out little Ruth de Kurt Engel; una combinación perfecta de sonoridad y voz. El acercamiento formativo se llevó a cabo en las instalaciones de la Escuela Gabriela Mistral, donde hace vida el C.A.R 23 de Enero, al que acudieron aproximadamente treinta niños de los distintos núcleos del Eje Central de Caracas
Tras la presentación, los alumnos fueron divididos en dos grupos: los de 12 años en adelante se ubicaron con Rafael Fernández, percusionista de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela y del Ensamble de Percusión Atalaya, quien les enseñó técnicas de calentamiento para el redoblante. “Me llena de alegría y de entusiasmo ver tantos chamos con ganas de aprender”, enfatizó Fernández.
Por su parte, los estudiantes de 5 a 8 años, estuvieron con los profesores percusionistas Yuth Cañizales, de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela e integrante del Ensamble de Percusión Atalaya; y Claudio Quiñonez, de la Escuela Nacional de Percusión; quienes reforzaron conocimientos en materia de ejecución, técnica e interpretación de notas en los instrumentos de teclado. “Fue muy bonito ver a los niños impresionados por el trabajo que mostramos, además de aplicar cada conocimiento impartido el día de hoy”, declaró Cañizales. Mientras que Quiñonez coincidió en lo importante que es hacer estos acercamientos que permiten el trabajo estrecho de estudiantes y profesores de las distintas escuelas.
Al finalizar se reunieron todos en el centro del auditorio para explorar junto a los maestros, las destrezas de los niños y su nivel interpretativo y técnico. Esta dinámica se realizó con la conformación de mini orquestas, cada una integrada por 6 niños, entre grandes y pequeños, quienes hicieron ejercicios de rítmica con los instrumentos de teclado.
“La actividad ha sido lo máximo, de verdad es un privilegio para nosotros recibir a maestros de tan alto nivel, personas que los muchachos han visto tocar en la Sala Simón Bolívar y que son sus ídolos; tenerlos acá dándoles clases, tocando para ellos, teniendo ese encuentro tan cercano, es incomparable”, dijo Luis Conza, percusionista y director de la Orquesta Sinfónica Regional Juan Bautista Plaza.
Para cerrar por todo lo alto este actividad, el Ensamble Infantil de la Escuela Latinoamericana de Percusión, con la participación especial de los Metales de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Chacao y del Ensamble de Percusión Lobatos, demostraron su nivel interpretativo con las obras: Can Can de Jacques Offenbach; William Tell de Gioachino Rossini; Teen-Tam-Tum de Bobby Christian y África de la banda Toto.
Maestros y alumnos en conexión
Simón González, integrante de la fila de percusión de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela (OSSBV), miembro del Ensamble Atalaya y profesor de la Escuela Latinoamericana de Percusión, manifestó que el objetivo del concierto fue serenar a los oyentes, además, demostrarles todo lo que se puede hacer con un instrumento de percusión: “Nosotros quisimos darle la guía, porque ser percusionista va más allá de pertenecer a una orquesta”, enfatizó González.
Para Nacary Sánchez, Jefa de Área Académica del C.A.R 23 de Enero: “Lo que hizo el Ensamble Atalaya fue espectacular; otro tipo de percusión. Tenerlos a ellos de entrada logró tranquilizarnos, de hecho, mostraron algo que no se ve en los núcleos, es decir, no es lo que normalmente los muchachos estudian; entonces ver estas actividades es súper provechoso, nos encanta y nos gustaría que fueran un poquito más seguidas”.
Por su parte, Juan Cuba, de 10 años, expresó su experiencia con esta actividad formativa: “Hoy aprendí mucho, sobre todo las rutinas que se hacen antes de tocar. Llevo 8 años en la percusión y lo que le diría hoy en día a los otros niños es que estudien y aprendan cada cosa que les enseñan en actividades como estas”.
Para Acuarius Zambrano, encargado del encuentro, integrante de la OSSBV y del Ensamble Atalaya destacó al final, lo importante de estos acercamientos formativos entre profesionales y músicos en formación: “Tenemos pensado seguir visitando otros Centros Académicos del Área Metropolitana antes de que termine el periodo escolar, ya que es importante no sólo para el mundo de la percusión, sino para todos los instrumentos que pertenecen a la gran familia de El Sistema”, finalizó.
Es de vital importancia el intercambio entre los músicos profesionales y los estudiantes que conforman cada uno de los 443 núcleos, que integran el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.