Diego Montes, cuando el trabajo y la disciplina concretan los sueños
El Sistema Portuguesa
A los 7 años de edad, Diego Andrés Montes Olivar, no imaginó que la percusión cambiaría su vida. Procedente de Guanare, estado Portuguesa, el joven músico de 21 años ha marcado su ritmo vital a base de disciplina, talento y tenacidad. Hoy, gracias a sus méritos académicos y musicales, es ganador de la prestigiosa beca internacional Woodruff, para estudiar, a partir del 16 de agosto de este año, en la Escuela de Música Schwob de la Universidad Estatal de Columbus, Georgia, Estados Unidos.
Montes, comentó que al regresar de la gira por Viena junto a la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil de Venezuela, en 2018, ya buscaba trazar nuevas metas para su carrera artística. Esto lo llevó a contactar al Dr. Paul Vaillancourt, profesor de percusión de la Universidad de Columbus, con quien comparte perfil musical y el gusto por la composición. Inmediatamente, Vaillancourt, mostró interés en Diego Montes y lo hizo merecedor de este distinguido premio internacional que atrae a solicitantes del mundo.
“Esto es un gran paso en mi vida”, reconoció el percusionista y timpanista que en 2018 fue admitido a través de una exigente audición en la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, donde se convirtió en el integrante más joven de la fila de percusión. Ha trabajado incansablemente para prepararse no solo musicalmente, sino también para obtener el mejor índice estudiantil y dominar el inglés.
Su recorrido por la música lleva años de trabajo. Inició en el Núcleo Guanare. Posteriormente ingresó al Ensamble de Percusión de Los Llanos, importante agrupación con la cual tuvo participación dentro y fuera del país. A partir de allí, fue creciendo en el mundo de la música e integró la Orquesta Sinfónica Regional de los Llanos, como percusionista principal y, a los 12 años, fue el timpanista de la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela, bajo la dirección del maestro Sir Simon Rattle en el Festival de Salzburgo.
En 2013, participó en el «EPSIVAL» Brass and Percussion Festival of France, donde compartió con el destacado percusionista de la Filarmónica de París, Nicolas Martynciow. También ha desempeñado el rol de solista, a los 13 años se presentó en la Sala Simón Bolívar, con la Orquesta Sinfónica Teresa Carreño, bajo la dirección del maestro Christian Vázquez. En el «Festival de Campos do Jordão», en Brasil, fue solista y principal de la Orquestra Sinfônica do Estado de São Paulo (Osesp).
En 2019, tocó su primer concierto como timpanista solista junto a la Orquesta Barroca Simón Bolívar. En ese tiempo sumó otra experiencia a su creciente carrera: fue invitado por el maestro Gustavo Dudamel y la Mahler Chamber Orchestra, para participar con ellos en el Festival de Castell Peralada en Cataluña, España, donde fue dirigido por el director venezolano y compartió con el importante timpanista, Martin Piechotta.
El 2020 fue un año extraño y complicado para todos, sin embargo no se desalentó y con una actitud resiliente aprovechó el tiempo en casa para dedicarse a otra de sus pasiones que descubrió cuando tenía 14 años: la composición. Creó dos obras musicales para orquesta de cámara contemporánea, tituladas: Virgen de los Cospes y El ocaso del fénix, inspiradas en el canto de los pájaros.
También, durante la pandemia, fue uno de los productores de la Venezuelan Virtual Chamber Orchestra junto al director venezolano Enluis Montes Olivar y la empresa UnoProduction, con la participación especial de Lorenzo Méndez, dos veces ganador del Latin Grammy, y el multipremiado cantante, Edward Mena.
Estudiar, trabajar y no rendirse
Cuando las dificultades se presentan y quiere motivarse, Diego Montes siempre se repite una frase: tocar y luchar. “Me acompaña como mi collar con la cruz, a todos lados. Es esa frase que nunca sale de tu cabeza”, expresó.
Y es que el lema creado por el maestro José Antonio Abreu, que define la metodología de El Sistema, ha permeado en su vida y lo motiva a no rendirse, a mantener la disciplina y trabajar hasta alcanzar la meta.
“El Sistema me ha dado mi formación musical y le estaré eternamente agradecido por ayudarme a obtener esta beca en la Universidad de Columbus. Me ha formado desde que golpeaba atriles, me ha enseñado valores y me ha inculcado ese lema: Tocar, cantar y luchar”. Por eso digo que El Sistema estará tatuado en mi corazón por el resto de mi vida. Y eso sí, que conste que nunca abandonaré a mi Venezuela, estoy y estaré aquí siempre dispuesto a ayudar con la educación musical en el país”, señaló con orgullo.
Su motivación por la música y las ganas de seguir adelante también se las atribuye a sus padres y familia. “Me han enseñado a nunca dejar las cosas a la mitad y menos cuando es mi pasión. Agradezco a la vida por tener los padres que tengo, ya que me han dado la mejor educación posible, me han enseñado a enfocarme, a levantarme en los momentos más difíciles”, detalló.
Con cariño mencionó que otro motivo son los niños y jóvenes que en algunas oportunidades se le han acercado para manifestarle con admiración que quieren ser sus alumnos. En tal sentido, destacó que eso le anima a no desistir. Otra razón son sus compañeros de clases: “Siempre han estado pendientes de mi carrera y es un orgullo admitir que he querido ser mejor para demostrarles que los sueños sí se pueden hacer realidad”, añadió.
Seguir fortaleciendo la educación musical de calidad y apoyar los sueños de los jóvenes que trabajan con constancia y compromiso por alcanzar sus metas, es un objetivo fundamental para el Sistema Nacional de Orquesta y Coro Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, institución adscrita al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.