Programas inspirados en El Sistema manifiestan su acuerdo mutuo de crecimiento social y académico
Siete días de intercambio de ideas, fortalecimiento de lazos y música engloban lo vivido por invitados, ponentes y músicos que participaron en el congreso que materializó uno de los sueños del Maestro José Antonio Abreu: llevar al mundo la transformación social a través de la música
Con una clara línea de acción plasmada por el Maestro José Antonio Abreu y durante siete maravillosos días del II Congreso Mundial El Sistema, el director ejecutivo, Eduardo Méndez, junto a su equipo directivo, musical, académico, administrativo, operativo, técnico y obrero recibió, en el Centro Nacional de Acción Social por la Música del 18 al 23 de septiembre, a 140 participantes internacionales, 86 programas inspirados en El Sistema y representantes de 43 países del mundo, para vincular y dar un primer acercamiento a El Sistema Mundial de Orquestas y Coros.
Representantes de 60 programas inspirados en El Sistema suscribieron acuerdos de entendimiento con la finalidad de estrechar lazos orientados a un objetivo común, la música. En conformidad y armonía se unieron al manifiesto de principios e ideas planteadas, donde se concuerda que el Núcleo es un espacio de libertad, donde soñar, reinventar y transformar, ocurre al reconocer y respetar al otro. Donde de las relaciones humanas y del encuentro constante, surge la capacidad para cuidarse, defenderse y desarrollar vínculos que ayudan a progresar. De tal manera que la “Práctica Colectiva de la Música”, se consolida allí como metodología concreta y a su vez estimula los valores, deberes y derechos que permiten la transformación social de sus integrantes.
Luego de días de ponencias, intercambios académicos, mesas operativas de trabajo, visitas a núcleos capitalinos y del interior de país, los resultados obtenidos brindan una base sustancial para la consolidación de una línea de trabajo común donde convergen herramientas que permiten la incorporación metodológica de El Sistema de manera inmediata o la adaptación de la misma, según las necesidades propias de cada región.
De igual manera, a través de las alianzas de cooperación se contó con la participación como Ponente del Representante Adjunto de Unicef para Venezuela, José Ramón Espinoza, quien dedicó unas palabras a destacar el rol de El Sistema como embajador de buena voluntad desde hace 20 años, asimismo resaltó la capacidad que posee la institución de ser un aval de los derechos de los infantes a través de sus valores: “Cada integrante de El Sistema ejemplifica la buena ciudadanía” … “Los niños también son ciudadanos, y aquí es donde entendemos que el rol de El Sistema es ayudar a avanzar en los derechos y tiene que ver con esa transformación que se va logrando niño a niño”.
Por su parte, el Representante de Unesco en Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, Dr. Julio Carranza Valdés, avaló el trabajo a El Sistema, como una institución garante de la formación musical que ha transformado la vida de generaciones durante 48 años de existencia: “El Sistema se ha constituido en un factor fundamental de fortalecimiento de la identidad venezolana por la ejecutoria, por las personas que participan, por el espíritu con el que se toca y también porque hay una parte importante de repertorio de autores, venezolanos y todo esto da lugar a una dinámica que fortalece la cultura, que es el alma de las naciones. Este magnífico proyecto que no es una orquesta es como su nombre lo dice, un Sistema de orquesta que no solo es música de excelencia sino que es una un proceso extraordinario de inclusión social, y que tiene todas las condiciones universales y excepcionales como para aspirar a subir a ese altar de la cultura mundial que es la condición de Patrimonio de la Humanidad, es un proceso, pero ahí están las condiciones y yo creo que existen méritos de sobra para plantearse esa aspiración y conquistarla como tantas otras conquistas ha tenido este proyecto”.
El director ejecutivo, Eduardo Méndez, resaltó el trabajo misionero del Maestro José Antonio Abreu, que además de contar hoy con más de 440 núcleos en todo el país, donde se atienden a más un millón de integrantes, sembró las bases para conectar todas las voluntades de los países inspirados en su magna obra: “Mostrar resultados es la clave de esta estructura. Los resultados nos dan reconocimiento para lograr más espacios y para alcanzar el financiamiento que permite seguir trabajando en pro de la niñez y juventud. Para mostrar resultados debemos trabajar arduamente”, expresó al tiempo que prosiguió el cierre artístico del evento con una magistral demostración de un resultado efectivo.
Debut de la Orquesta y Coro Mundial El Sistema
La mejor forma de culminar esta importante cita de naciones que comparten una visión social sobre la música unificada, fue contar con el debut de la Orquesta y Coro Mundial El Sistema, integrada por 279 músicos que se sumaron a la idea de conformar esta red de voluntades para establecer que El Sistema Mundial y llegar a cada rincón del mundo como se ha logrado en el territorio venezolano.
El concierto comenzó con los 136 integrantes del Coro Mundial El Sistema, dirigido por la maestra Lourdes Sánchez, llevando al público por un viaje melódico en el que interpretaron magistralmente las obras Tshotsholoza, con adaptación Jeffery L. Ames, con el solista venezolano Ángel Lizarazo; Signore delle Cime de de Giuseppe de Marzi; Crece desde el pie de Alfredo Zitarrosa, Flor de Santa Cruz de Gilberto Rojas, con arreglos de Liliana Cangiano y Mario Riveros respectivamente. El maestro invitado Todd J. Harper, dirigió I hear America singing de André J. Thomas; Thalassaki de Nikos Kypourgos, unió las voces de los solistas griegos Stravroula Kamakari y Eleni Vasileiou. El multicultural repertorio entonó Estrela é lua nova de Heitor Villa-lobos con las solistas Alexandra Brasileiro de Brasil y la criolla María Fernanda Briceño.
Las voces de Anderson Piaspam (Venezuela) y Fabricio Espinoza (Nicaragua), entonaron Cuando te beso de Juan Luis Guerra; María Paula Pataquiva (Colombia) Florgyneth Pérez y María José Mendoza (Venezuela), interpretaron Sola Camisola versión de Pilar Posada y Claudia Gaviria, arreglos Ricardo Jaramillo y Rodrigo Trujillo. El venezolano Johann Montenegro acompañó al piano a los solistas tunecinos Issra Ben Slimane y Raies Dhia Eddine en la interpretación Mahla Layali Sevilla de Said Chalta y Hedi Abidi con arreglo Oussana Mhidi. La presentación culminó con Los pájaros perdidos de Astor Piazzolla dirigida por el argentino Pedro Garabán; Rosas Pandan con la solista venezolana Yeralmi Piaspam, La Morena, dirigida por la maestra mexicana Ana Patricia Carbajal, Mata del ánima sola de Antonio Estévez, y Baba Yetu de Christopher Tin con los coralistas Luri Nery Conceiçao (Brasil) y Gabriel Sánchez (Venezuela).
Bajo la dirección del maestro Andrés David Ascanio Abreu la Orquesta Mundial, integrada por 143 músicos, ofreció un concierto de alto nivel artístico con la impecable interpretación de la Obertura de Cándide de Leonard Bernstein, Sinfonía Nº 5 de Ludwig van Beethoven, Danzón Nº 8 de Arturo Márquez, Obertura Guillermo Telle de Gioachino Rossini, «Triqui Traqui» adaptación del venezolano Paul Desenne de la obra Tritsch-Tratsch-Polka, Romeo y Julieta de Piotr Ilich Tchaikovski. La composición de Georg Friedrich Händel, Hallelujah-Messiah, unió al Coro y la Orquesta Mundial El Sistema para una emotiva clausura.
El II Congreso Mundial El Sistema, demostró la interconexión y el entendimiento entre las naciones que se han inspirado en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.