Jhonatan Quintero: «La música nos hace iguales»
El joven músico con Síndrome de Down, integrante del Programa de Educación Especial Falcón, acaba de obtener su título como Licenciado en Educación, mención Música
PRENSA EL SISTEMA
Jhonatan Quintero es flautista, cuatrista, cantante y actualmente aprendiz de violín. Recientemente se tituló como Licenciado en Educación, mención Música, en la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda. Ésta sería una historia común si no fuera por un cromosoma: Jhonatan Quintero, de 26 años de edad, es una persona con Síndrome de Down.
Su historia es una de superación, que plasmó en su Trabajo Especial de Grado titulado La música como herramienta educativa y de superación personal. Un relato de vida desde el Síndrome de Down, en el que obtuvo la máxima calificación y mención honorífica.
La música la encontró en su propia casa, cuando veía a sus hermanos –ambos exintegrantes de El Sistema– practicar con sus instrumentos. También cuando su mamá, Mairene Soto, lo llevaba a los conciertos. Su práctica apasionada comenzó en el año 2002, cuando a los 5 años de edad ingresó formalmente a El Sistema en su natal Santa Ana de Coro. En 2007, cuando se crea el Programa de Educación Especial (PEE) en Falcón, Jhonatan pasa a ser integrante en la cátedra de campanas de colores, donde aún continúa.
Quiere ser un gran cuatrista. Admira al profesor Óscar Suárez, director de la Orquesta Alma Llanera Falcón: “quiero ser como él”, dice, al tiempo que añade que admira mucho al maestro Rodolfo Barráez, su paisano y director asociado de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela.
Se define a sí mismo como inteligente, estudioso y responsable. “Cuando me aplauden en los conciertos me siento incluido, siento que la gente me admira. La música nos hace iguales”, dice. Asegura que la música lo ha ayudado a crear fortalezas para alcanzar todas sus metas.
“La música nos hace más sensibles, logramos ser mejores personas. La música nos une y nos da la oportunidad de estar unidos, de aceptarnos y respetarnos. Gracias a la música tengo la oportunidad de que mucha gente me conozca y entienda que soy igual que ellos”, añade.
Un viaje acompañado de la familia
La historia de Jhonatan es esperanzadora. Demuestra que la música puede ser una herramienta transformadora. Su pasión y talento, junto con el apoyo incondicional de su familia y las adaptaciones oportunas (clases individuales, uso de recursos visuales y auditivos, tiempos de descanso más frecuentes y refuerzo emocional positivo), le han permitido alcanzar grandes logros, demostrando que sus posibilidades no tienen límites.
“Si yo lo logré otras personas con Síndrome de Down también pueden lograrlo. Solo necesitan apoyo familiar y mucho amor”, afirma Jhonatan. Con él coincide su mamá, Mairene Soto, quien asegura que comenzó a ver los cambios en su hijo desde que ingresó a El Sistema.
“La música se convirtió en su lenguaje para expresarse, permitiéndole desarrollar habilidades como la seguridad y la integración social. Además, sus habilidades musicales con otros instrumentos le sirvieron como herramienta para acceder a estudios universitarios. Si no hubiera estado involucrado en el ámbito educativo musical desde temprana edad, le habría resultado difícil comprender las materias de la licenciatura”, explica Mairene.
Recibirá su título el 22 de julio, un hito que a su vez será un comienzo para él. Sueña con convertirse en profesor del PEE: “Quiero ser un formador musical dentro de El Sistema, pienso que enseñando a otras personas puedo aprender más”, afirma.
Crecimiento personal, responsabilidad, integración social y superación del miedo escénico son algunos de los beneficios que Jhonatan ha obtenido a través de la educación artística. Su historia demuestra que la música puede ser una herramienta poderosa para el aprendizaje y el desarrollo personal. Su caso nos enseña que, contrariamente a los mitos que afirman que las personas con discapacidad intelectual no pueden conseguir grandes logros, el arte puede abrirles un mundo de posibilidades y permitirles alcanzar todo su potencial.
“A los padres de jóvenes con discapacidad les aconsejaría que crean en el talento de sus hijos, que el cielo es el límite, que se acerquen a El Sistema porque aquí hacemos música para todos”, finaliza.
Que la música nos alcance sin distinción alguna, y brinde la posibilidad de un futuro más humano, es parte de la misión del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.