Tenor Aquiles Machado se sumó a la celebración de los 49 años de El Sistema
El músico venezolano visitó el país para ser Florentino en la Cantata Criolla de Antonio Estévez, como parte del concierto realizado en el aniversario de la institución.
PRENSA EL SISTEMA
Aquiles Machado regresó a su casa musical para celebrar los 49 años de El Sistema, la antesala del cincuentenario de su fundación. El reconocido tenor venezolano-español vino a darle voz y vida a Florentino, el que cantó con El Diablo, en la Cantata Criolla, de Antonio Estévez.
La obra, con letra de Alberto Arvelo Torrealba, inspirada en el poema Florentino y El Diablo, fue interpretada por el Coro y Orquesta Multigeneracional, bajo la dirección del maestro Enluis Montes Olivar y en compañía del barítono Gustavo Castillo.
Durante su visita al país, Machado contó su experiencia sobre el montaje de este repertorio y también habló de las clases magistrales a los coralistas en formación de El Sistema.
—Maestro, ¿cómo se siente en esta visita a su casa?
—Siempre es emocionante estar aquí y además en la celebración del cumpleaños número 49, ya a un paso de los cincuenta años. Me siento muy contento de reencontrarme con amigos y sobre todo con los jóvenes estudiantes de canto y con los que constituyen este movimiento coral inmenso que se gesta aquí en los núcleos de El Sistema.
—Hablando de las nuevas generaciones, ¿qué le ha parecido el trabajo realizado durante las clases magistrales?
—Ha sido muy gratificante, porque uno descubre que la música no entiende ni de moda, ni de tradiciones, ni entiende de lo que es moderno o antiguo. La música es un sentimiento, es una emoción, es un idioma con el que la gente se comunica, y uno lo ve allí en las nuevas generaciones de jóvenes llenos de talento, deseando construir las mismas cosas que han deseado construir los músicos siempre. Desean acercarse a esa oportunidad de apreciar el mundo y poder admirarlo en la belleza, y no verlo desde la mezquina visión del individualismo, o del tonto pensamiento de que lo material nos lo vamos a llevar para algún sitio después que se nos acabe la vida. La música nos enseña que aquí estamos de paso y que tenemos que aprender a disfrutar lo que hagamos en este tiempo, en nuestra vida, con la mayor honestidad, sinceridad y, sobre todo, con la mayor entrega que podamos.
—La Cantata Criolla es una pieza del repertorio obligatorio de El Sistema, y que a lo largo de los años ha dejado su huella y se ha convertido en representativa, ¿cómo se sintió durante esta experiencia, en este aniversario y acompañado por la orquesta multigeneracional?
—Fue muy emocionante porque ahí hay muchas generaciones de gente que la ha tocado desde los inicios de El Sistema, hasta los últimos chicos que se enfrentan al repertorio por primera vez. Además, tener en la fila al maestro Ramón Román –que hace las veces de concertino– y a un joven director como Enluis Montes –que es extraordinario y que, creo yo, es de esos talentos que nos harán sentir muy orgullosos en el futuro cercano, porque es verdaderamente brillante–, ver toda esa gente junta es entender que realmente hay una construcción de muchos años haciendo familias, haciendo integración de la gente. Una de las primeras cosas que te enseña la música es la interconexión, te enseña que no hay una dinámica que no tenga que ver con una armonía, que no hay una armonía que no esté vinculada a un ritmo, que no hay una melodía que no esté vinculada a un acompañamiento o a una estructura, y que las estructuras están todas mezcladas entre ellas. Lo que yo hago se relaciona con lo que el otro está tocando… Yo creo que eso es una enseñanza maravillosa y bonita para la vida: entender que todos formamos parte de algo que está profundamente interrelacionado y la música lo deja patente.
—Maestro, ¿qué se lleva de esta visita?
—Me llevo la conciencia de que hay una enorme generación que viene haciendo las cosas mucho mejor de como nosotros las hicimos en nuestro tiempo. Eso es una gran noticia, porque seguramente veremos cosas maravillosas de cara al futuro. Hay un montón de chicos que están hambrientos de aprender y que necesitan que se les ayude, que se les apoye y que de verdad vale la pena, porque muchos de ellos tienen muchísimo talento. Me llevo la alegría de saber que sigue saliendo talento de aquí, es impresionante. Cada dos metros hay alguien que tiene un talento bestial. Eso es muy importante y muy reconfortante.
—¿Qué mensaje le deja a los miembros de El Sistema en este aniversario y a los jóvenes que se forman en la institución?
—Estoy muy contento de haber venido a celebrar el 49 aniversario de El Sistema porque sé que los he visto en plena forma, y completamente preparados para celebrar los 50. El cincuentenario tiene que ser a lo grande, con bombos y platillos, festejando todo lo que significan 50 años de esta inmensa labor y de todos los sacrificios que ha habido detrás de este trabajo, tanta gente, tanto esfuerzo. Es importantísimo que se celebre como es debido. Y para los jóvenes de la institución yo creo que hay un solo consejo que se les puede dar: crean en su talento, continúen con su vocación, no se cansen. Sepan que cada minuto que dedican a formarse y a prepararse, es un minuto en el que verán resultados hermosos en el tiempo, que nosotros somos una enorme construcción que tenemos que ir preparando a lo largo de los años hasta que veamos terminada esa obra arquitectónica que todos queremos construir. Creo que es importante eso, hacerlo poquito a poco y con conciencia.
La experiencia y aprendizajes compartidos por los maestros internacionales que visitan el país fomentan el crecimiento de los músicos en formación del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.