Eduardo Méndez: «La música puede ser un elemento de transformación»
El método de José Antonio Abreu, objeto de interés mundial, dará base a la Universidad de la Música en 2019″, afirma el Director Ejecutivo de El Sistema
Venezuela siempre ha sido un país de tradición musical. Tanto, que en la década de los 70, la demanda de jóvenes interesados en ingresar a las orquestas existentes superaba, en mucho, la oferta de las agrupaciones orquestales, que tenían todas sus plazas llenas.
Fue en esos años cuando el trujillano, José Antonio Abreu, apareció en escena con una propuesta, respaldada por un decreto presidencial de 1964, y logró, a base de una constancia a toda prueba, despertar la atención del sector cultural.
La Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela, llamaban a la nueva agrupación que aglutinó las inquietudes de muchos nuevos intérpretes.
Su metodología, de enfrentar a los niños desde el primer momento a la experiencia del concierto, despertaría tantos comentarios como en su momento los recibiera la famosa «Revolución de la inteligencia», del entonces ministro, Luis Alberto Machado.
Así, a finales de 1974, ocho jóvenes estudiantes de música: Frank Di Polo, Ulyses Ascanio, Sofía Mühlbauer, Carlos Villamizar, Jesús Alfonso, Edgar Aponte, Florentino Mendoza, Carlos Lovera y Lucero Cáceres, empezaron a reunirse en torno al proyecto que cristalizó el 30 de abril de 1975, cuando debutó la primera Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil de Venezuela Juan José Landaeta, en la sede de la Cancillería.
Hoy, 43 años después, convertido en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela de la Fundación Musical Simón Bolívar, o simplemente «El Sistema», el modelo pedagógico implantado por Abreu alcanza fama en el mundo con una caterva de directores, cuya participación en prestigiosas organizaciones musicales internacionales han ratificado la imagen de Venezuela en el mundo como una potencia musical.
«El Sistema» brinda atención a 1.000.337 niños y jóvenes en 442 núcleos y 1.704 módulos, con actividades musicales y pedagógicas en cada uno de ellos, con los programas Orquestal, Coral, Educación Especial, Alma Llanera, Atención Hospitalaria, Atención Penitenciaria, Música Popular y Lutería.
«Cuando decimos El Sistema es porque tiene que ver con la concepción como un todo. Y la columna vertebral es la metodología que el maestro Abreu concibió desde el principio, que era la práctica colectiva desde la más temprana edad. Es lo que diferencia al Sistema de otras metodologías», explica Eduardo Méndez, director ejecutivo del Sistema.
«No es un proceso de formación musical solamente», recuerda, citando al maestro Abreu, y explica que «se utiliza la música como un instrumento de transformación y cambio social, con metodología de enseñanza y aprendizaje en colectivo. Un niño que ingresa a un núcleo, inmediatamente comienza a recibir información grupal. A diferencia del método tradicional, aquí, desde el primer momento de ingreso, el niño empieza a aprender de otros niños que están en su mismo nivel».
Del violín a la dirección
Eduardo Méndez conoce a profundidad la compleja organización que da base a la institución. No en vano, fue preparado durante nueve años por el propio José Antonio Abreu para ejercer con propiedad la dirección ejecutiva.
«El maestro indicaba siempre que el proceso de formación no es solamente el aprendizaje musical. La herramienta es la música, pero de allí se desprende una serie de valores: el niño aprende a trabajar en equipo; a tener disciplina; a tocar con el tono indicado; a escuchar, y la solidaridad. Y lo aprende porque entiende que es necesario».
Méndez, un merideño formado en Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y gerencia en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), entró a El Sistema a los cinco años en su ciudad natal, y continuó en Caracas en el núcleo juvenil de Chacao. A los 17 años ingresó por concurso a la Orquesta Simón Bolívar.
«El destino de la música en Venezuela está en manos de los jóvenes. Ustedes van a ser el futuro del país», recuerda les dijo José Antonio Abreu.
-¿Cómo llega a la dirección ejecutiva?
-El Sistema ha tenido tres directores. Su fundador, el maestro Abreu, cuando asume el Ministerio de la Cultura, nombra en su lugar a Igor Lanz, tras cuya jubilación fui designado en el cargo en 2009″.
Méndez fue en 2004 director general de Núcleos y dos años más tarde director sectorial académico en todo el país.
Consultado acerca de la designación de la nueva junta directiva que lo acompaña, Méndez plantea que se hizo un «refrescamiento»
-Según los estatutos de la Fundación, su junta directiva está integrada por cinco miembros, dos de los cuales son elegidos por la Presidencia de la República y dos son sugeridos por la Fundación, aparte del director ejecutivo.
-A raíz de la muerte de Abreu se decide refrescar la nueva Junta Directiva, y se incorpora a Delcy Rodríguez y Nicolás Maduro Guerra, quien, por cierto, fue formado en el Núcleo San Agustín del Sistema, donde tocaba la flauta. Por el lado de la Fundación, se me ratifica, y se nombra a Xavier Moreno y a Ana Cecilia Abreu.
Según explica, «el Sistema es coordinado a través de la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia, y como tal, recibe financiamiento público del Estado, así como contribuciones privadas».
Comprobación científica
Entre esos aportes, uno de los más importantes es el del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), organismo que, informa, trabajó durante tres años en la medición científica del impacto de su metodología en los niños dentro del Sistema.
Los resultados, publicados en la revista Prevention Science, señalan que ésta influye positivamente en el autocontrol y la autodeterminación de los pequeños. «De manera que no es que yo lo diga porque suena bonito», apunta Méndez, «sino que está comprobado científicamente», refiere.
Dudamel sigue en El Sistema
Las actividades de Gustavo Dudamel, y su reciente adquisición de la nacionalidad española, no han mellado, sin embargo, su relación con esta organización en la que se formó y le sirvió de plataforma para erigirse como uno de los directores jóvenes más célebres de la actualidad.
«El director musical de todo El Sistema sigue siendo Gustavo Dudamel», responde Méndez, añadiendo que en ningún momento ha dejado de serlo, «ni nosotros lo hemos querido».
«Gustavo es un ícono del Sistema. El maestro Abreu lo formó y lo designó. De hecho, nos reunimos permanentemente con él de manera virtual, los directores reciben sus sugerencias y propuestas y están trabajando para el desarrollo de las distintas orquestas y academias musicales», explica.
Hacia la Universidad Musical
El Sistema ya está haciendo las maletas para su próximo viaje a Viena, donde participarán, del 14 al 19 de mayo, en la Cumbre Anual para la Prevención del Delito de la Organización de Naciones Unidas (ONU), no solamente con conciertos, sino también con conferencias sobre los alcances de su metodología de enseñanza.
Sus metas para este año son ambiciosas, desde la petición presidencial de llevar a los dos millones el número de sus participantes, hasta la creación del Sistema Mundial de Orquestas.
Pero sin duda su proyecto más importante tiene que ver con los 40 mil metros de la construcción que avanza en el ala este de su sede en Quebrada Honda, Caracas.
Allí, con fondos del Estado y la colaboración del BID, su más importante patrocinante, se lleva a cabo la creación de un complejo destinado a la enseñanza musical, con la colaboración de la Universidad de Los Andes.
«Se trata de la Universidad del Sistema, con la que se espera generar una respuesta amplia a las necesidades de formación y profesionalización académica de nuestros muchachos, incluso a nivel internacional», añade Méndez.
«El maestro siempre tuvo ese sueño, pero no sabía que iba a llevar su nombre, y de haber estado vivo, jamás lo hubiera permitido», finaliza.