El Sistema creará el método de enseñanza para los instrumentos de la música tradicional venezolana
Hasta la fecha se han sumado tres encuentros con los mejores exponentes del joropo, el vals, el estribillo, la chipola, la periquera, el seis por ocho, y todos los ritmos y géneros que conforman el repertorio de composiciones nacionales, a fin de sistematizar el aprendizaje del arpa, la mandolina, la bandola y el cuatro
En medio de una gran camaradería y entusiasmo por la oportunidad de encontrarse para enriquecer el ámbito educativo de la música en nuestro país, un grupo de cultores venezolanos y exponentes excepcionales de los ritmos de nuestra tierra, sostuvieron una serie de encuentros en el seno de El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, con el objeto de estructurar una metodología que permita estandarizar la enseñanza de los instrumentos típicos y aquellos que han sido incluidos en las sonoridades de nuestro acervo musical.
Emocionados, agradecidos y sobre todo conscientes del valor de esta oportunidad para contribuir con la difusión masiva de la música tradicional venezolana, ahora desde el aula, grandes personajes de la composición y la interpretación de los sonidos del Llano, los Andes, la Selva, los Médanos y la Costa, atendieron la invitación de FundaMusical Bolívar, con el fin de fortalecer el Programa Académico Orquestal Alma Llanera, que desde 2011 se sumó a la misión educativa y social de El Sistema, creado por José Antonio Abreu hace 38 años.
Aunque es una tarea titánica plasmar en un método único, las cientos de formas de abordar las expresiones con que los cultores han creado la música tradicional venezolana, los participantes de estos encuentros se manifestaron confiados en la posibilidad de alcanzar los acuerdos necesarios y organizar el acercamiento a esos instrumentos que están presentes en la vida cotidiana de todos los habitantes de nuestra tierra.
Sobre la base de una dinámica que no se detiene y que avanza a pasos agigantados en la búsqueda de su propósito, se celebró un tercer encuentro dedicado al conocimiento de la bandola. El próximo será en el estado Trujillo y estará dedicado al cuatro.
En el mes de abril, tuvieron lugar los encuentros dedicados al arpa y la mandolina, en los cuales se recogieron los aportes indispensables para estructurar el estudio de cada instrumento en varios niveles del aprendizaje, y llegar a un consenso sobre la enseñanza paralela de los instrumentos académicos conjuntamente con los instrumentos de nuestro folklore. El proceso de enseñanza y difusión comenzará con el semillero, que son las orquestas infantiles, pero incluirá progresivamente a todos los ejecutantes de las agrupaciones de El Sistema que participen en el proyecto Alma Llanera.
Acción de justicia
Si alguna palabra se repite en las consideraciones de todos los cultores que han venido participando en los encuentros convocados por la Fundación Musical Simón Bolívar, es “justicia para la música tradicional venezolana”. Para todos ellos representa un orgullo formar parte de este movimiento que se propone subir a escena, con partitura en mano, a las orquestas que se inscriben dentro del programa Alma Llanera.
Personalidades de la talla de Henry Rubio, Maximino Bogado, Eduardo Betancourt, Fernando Guerrero, Leonard Jacome, Xavier Perri,Edward Bogado, Yustardi Laza,y Luis Herrera aportaron sus recomendaciones para abordar el estudio del arpa, cuyas sonoridades varían de acuerdo a la región donde se interprete un joropo.
Eduardo Betancourt, arpista llanero e innovador dentro de la música popular, considera fundamental incorporar esta riqueza instrumental a los deseos del estudiante para asumir el aprendizaje. “Entre el joropo tuyero y el joropo central hay marcadas diferencias, que deben ser respetadas para enriquecer la enseñanza. Por fin veremos realizado nuestro sueño en el que los músicos tradicionales tendrán una guía para desarrollar ese sentido de pertenencia que nos otorga ser hijos de esta tierra”, comentó.
Moisés Torrealba, Cheo Hurtado, Jesús Rengel, Máximo Berríos, Milagros Figuera e Ismael Querales fueron algunos de las personalidades presentes en las jornadas de bandola, en el cual se habló de las semejanzas y diferencias de este instrumento en los Llanos, la zona central, Guayana y la región Oriental. Para todos ellos la tarea es ardua y retadora. Pero igual se mostraron complacidos con la iniciativa de El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela de colocar al alcance de su matrícula de beneficiarios los instrumentos de nuestro folclore.
Para Milagros Figuera, docente y compositora, la tarea está muy clara: “es una oportunidad más para seguir salvando vidas y alejar a la juventud del ocio. Esta es una variante de ese maravilloso proyecto de darle a los niños y jóvenes una vida productiva, a través de la música, por lo que los beneficios no sólo serán para la música venezolana, sino para nuestra identidad y la idiosincrasia de una raza bendecida por su riqueza racial”.
Cabe recordar que estos encuentros continuarán en su objetivo de crear las cátedras de instrumentos tradicionales que conformarán los diferentes ensambles orquestales de música venezolana; y proponer la metodología de enseñanza para cada uno de los instrumentos, además de sugerir el repertorio adecuado al desarrollo de los participantes, para lo cual se espera poder contar con la participación de otros maestros que no han podido acudir por diversos compromisos de agenda. Tal es el caso de Cristóbal Jiménez, Anselmo López y Alberto (Beto) Valderrama.
También en el encuentro de mandolina, mandola y tiple tachirense, los maestros Jesús Rengel, Giovanni Sciortino, Tonny Ruda, Leonardo Becerra Duarte, Leonardo Becerra Guerrero y Edwin Arellano realizaron importantes recomendaciones al grupo de profesores que está a cargo de conocer, arreglar y secuenciar el repertorio orquestal y describir los perfiles académicos de los niños que participen en las cátedras de instrumentos tradicionales.