El Sistema llega a Luxemburgo
“La Orquesta Sinfónica me ha demostrado qué es presenciar una gran metamorfosis”
Por Adriana von Büren / El Sistema Al Aire
Patricia Abdelnour, violista que reside en Luxemburgo, actualmente es parte de la junta directiva de El Sistema Europa y está dedicada a trabajar con diversos temas de inclusión social a través de la música con una organización encargada de promover el diálogo intercultural, entre luxemburgueses y refugiados, mediante actividades culturales.
Recordó sus innumerables experiencias como coordinadora de asuntos internacionales en Caracas en donde tuvo la oportunidad de conocer los retos sociales de los países europeos y entender cómo El Sistema puede ayudar a aliviarlos.
En entrevista con Adriana Von Büren para El Sistema Al Aire anunció una buena noticia: emular el desarrollo de nuestro proyecto social académico musical en Luxemburgo. El Sistema destaca por ser principalmente una labor social enfocada en la música, siendo una herramienta eficaz exitosa para la armonía de una sociedad, ¿existen necesidades sociales en países como este?
En el concierto que se realizó dentro de la Filarmónica de París con motivo de la presidencia francesa de la Unión Europea (el pasado mes de febrero) en el que participaron 120 jóvenes de 27 países, tres de ellos de El Sistema Luxemburgo, procedían de distintos orígenes: una flautista, marroquí; otra peruana y un violinista portugués.
– ¿Cómo has abierto este panorama de El Sistema en un país como Luxemburgo?
– Ha sido un gran el reto. Llegué a Luxemburgo hace tres años y fue inevitable preguntarme por qué no habia aquí un Proyecto “Sistema”. En Caracas laboraba en las relaciones internacionales, siempre tuve el contacto y el mapa muy claro de donde existen los distintos proyectos de El Sistema, y como se manejaban. Tengo conocimiento de que en algún momento existió El Sistema Luxemburgo, sin embargo fue un proyecto que desapareció.
Por suerte tengo un amigo músico luxemburgués, con gran sensibilidad hacia los temas sociales. Juntos, nos comenzamos a reunir con instituciones de acá como la Oficina Nacional de Coros, la Oficina Nacional de Escuelas Municipales y la Fundación de trabajo social de la Filarmónica de Luxemburgo.
.
Unos meses después, El Sistema Europa recibió una carta solicitando su ayuda para identificar proyectos de “democratización musical», en cada país miembro de la UE para organizar una gran orquesta juvenil para un concierto en la Philharmonie de Paris. Era un tema complicado para Luxemburgo, puesto que no se contaba con jóvenes que pertenecieran a programas de ese perfil, haciendo imposible la participación del país.
A raíz del evento europeo, contacté a los responsables de crear aquel Proyecto Sistema Luxemburgo de hace años y me reuní con ellos para pedirles que activaran su red de profesores comprometidos con el cambio social y así conocer la cantidad de alumnos que vinieran de comunidades que normalmente no están bien representadas en el medio musical de la comunidad, es decir, inmigrantes, familias de bajos recursos o refugiados. Recibí de su parte una gran lista de profesores, envié una carta con el proyecto, explicando que estábamos buscando jóvenes con estas características que estuvieran interesados en participar. Para mi sorpresa no había alumnos, iluminando así un problema muy serio: las minorías del país no asisten a las de música, inclusive cuando estas son de fácil acceso y bajo costo.
– ¿Cómo se está dando este inicio? ¿Cuáles son los proyectos más cercanos que puedas mencionar?
–El Sistema Luxemburgo va a ser muy diferente a lo que ha sido El Sistema en Venezuela, el porqué de esto se basa en que aquí no existe la necesidad de organizar clases de música, o de montar una escuela de música porque eso ya existe y está a disposición. Hay dos aspectos que aquí hacen falta y espero ofrecer a corto y largo plazo: Conformar una orquesta juvenil, ofrecer la oportunidad a cada joven luxemburgués de conocer, vivir la experiencia con grandes orquestas y diversas actividades, también armar un equipo de traductores y empezar a visitar aquellas familias que reciben clases de iniciación musical para así promover a que continúen con su crecimiento.