En Newcastle, algunos niños ya cantan el famoso “cam-bur-pin-tón”
La gira de la Coral Nacional Juvenil Simón Bolívar de Venezuela por Reino Unido no solo contempla cuatro conciertos, sino una nutrida agenda de actividades académicas. Tanto en Liverpool como en Gateshead-Newcastle, los coralistas venezolanos han hecho minitalleres con niños de dos núcleos del Sistema England
La pared de entrada de la Hawthorn Primary School tenía hace tres años unas cuantas fotos de la dinámica del día escolar. Ahora, es un collage lleno de retratos coloridos con rostros de niños enamorados de sus instrumentos musicales y con actitud emocionada al cantar. La transformación de la pared es un símbolo del cambio que ha tenido la escuela desde que el Sistema England, programa pedagógico basado en el modelo venezolano, llegó a sus salones de clases.
Antes, la decoración tenía solo balones de fútbol o básquet. Ahora, también tiene notas musicales, violines y clarinetes de cartulina. La música se ha convertido en un sinónimo de muchas cosas para esta escuela (no solo se trata de fotos y dibujos en la pared). Por supuesto, está lo más obvio: 196 niños ven clases de música allí, pero detrás de lo obvio hay una trama de realidades, de cambios para la comunidad. Cuando los profesores hablan, no se limitan con decir que los niños tocan violín, flauta, chelo o que cantan, sino que han mejorado su concentración para el resto de las materias (inconscientemente, algunos se concentran en la matemática tal cual como lo hacen cuando están atentos a las indicaciones del director de la pequeña orquesta o del coro); también cuentan que están más motivados a ir a la escuela y que los padres de los niños sienten aún más mecanismos de pertenencia con el sitio donde estudian sus hijos. También, que los niños ahora tienen más confianza en sí mismos y se sienten orgullosos de hacer lo que hacen. Ahí, en todas esas cosas, también está la música.
Los integrantes de la Coral Nacional Juvenil Simón Bolívar de Venezuela tienen historias similares a las de estos niños. Justamente, como una forma de motivación aún mayor, los coordinadores del proyecto In Harmony del Sistema England han querido que sus chicos conozcan a los venezolanos. Y el experimento no ha podido resultar mejor. Transcurridos menos de 45 minutos desde que los coralistas de El Sistema entraran a las escuelas de Liverpool y de Newcastle-Gateshead, los chicos ingleses ya eran capaces de cantar unos cuantos pasajes a dos voces, luego de que algunos integrantes del coro les dieran algunos tips y técnicas básicas de calentamiento vocal, entre otros recursos que, a punta de diversión, motivaron a los niños -hasta a los que no están en el coro escolar- a ser parte del ejercicio.
Los mini-talleres que los venezolanos han ofrecido también han sido una oportunidad para que los chicos ingleses aprendan un poco de la música popular venezolana y de cómo los compositores del país han trasladado una canción popular a una versión coral. También han escuchado el cuatro por primera vez y algunos ya hasta saben decir cam-bur-pin-tón (cantado y todo). Y aunque mañana no recuerden las palabras exactas con las que popularmente se canta en Venezuela la afinación del cuatro, esos niños tuvieron una experiencia auditiva que colaborará en su formación, no sólo por haber tenido una nueva experiencia musical, sino porque trabajaron con disciplina, concentrados, en equipo, fijándose metas; y estos valores valores no son sólo para los músicos. Son para todos los ciudadanos.
Mientras una parte de la coral estaba en una escuela, la otra tomó el foyer del Sage Music Center de Gateshead, una estructura impresionante diseñada por el arquitecto británico Norman Foster en 2004. Frente al río que divide a Gateshead y a Newcastle, una pequeña selección de niños de diversas escuelas de ambas ciudades se unieron en un canto común a los coralistas venezolanos. Durante toda la mañana habían ensayado una pieza muy compleja titulada Pasaje. La letra solo dice tres palabras: “chacurruchá”, “plin” y “pom”, pero se trata de una enrevesada melodía que fue todo un reto para los niños.
Si se pudiera contar cada detalle, los párrafos serían larguísimos, al igual que deslizarse por esta página. Afortunadamente, cada entrada de este sitio Web narra, por partes, estas historias que resumen la labor de hormiga que se hace cada día en El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, y su influencia en otros proyectos que se inspiran en este programa con sello venezolano.