Con la finalidad de responder a las inquietudes más frecuentes del público interesado en El Sistema, hemos elaborado un listado de preguntas frecuentes con sus respectivas respuestas para agilizar la atención al usuario. Estas abordan los temas de interés y las preguntas que recibimos con mayor frecuencia.

¿Cuáles son los requisitos para ingresar en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela?

Ingresar al Sistema Nacional de Orquestas y Coros es muy sencillo, asequible y cómodo. Nuestro programa fue creado para que todos los niños y jóvenes venezolanos tengan acceso a la educación y disfrute de la música. Los interesados no tienen que presentar ninguna prueba de admisión, tampoco existe una selección previa. Hay 443 núcleos de El Sistema en todo el territorio nacional a donde se puede acudir, dependiendo de la ubicación residencial del interesado.

Los requisitos son:

  • Llenar y completar la planilla de inscripción que le entregan en el Núcleo con los datos del interesado y de su representante.
  • Llevar dos (2) fotografías carnet del interesado.
  • Fotocopia de la partida de nacimiento, si no tiene cédula.
  • Fotocopia de la cédula de identidad de cada uno de los representantes, o de uno de los representantes según sea el caso.
  • El ingreso es gratuito, no hay matrículas ni mensualidades por pagar.

¿En qué cátedras puedo estudiar música y cómo puedo elegir un instrumento musical?

En El Sistema el talento incipiente puede experimentar, en una primera fase, con cantos, sonidos, palmadas, ritmos, flautas dulces, percusión, cuerdas y movimientos dentro de un coro. De esta manera, se empieza a canalizar la inclinación del niño hacia la orquesta sinfónica, la típica, o de otros géneros como Jazz, LatinoCaribeña, AfroVenezolana e incluso Rock, o su participación en una agrupación coral, según su preferencia.

Poco a poco, el alumno se va familiarizando con una variada gama de instrumentos musicales para su posterior elección, la cual se realiza con los docentes especializados, quienes toman en cuenta el tamaño del niño, su contextura física, y su interés y/o vocación hacia un instrumento determinado. Seguidamente, el niño recibe clases de coro, teoría, iniciación a la orquesta, armonía, técnica y lenguaje musical.

Actualmente, El Sistema cuenta con las cátedras instrumentales de violín, viola, violonchelo, contrabajo, flauta, oboe, clarinete, fagote, corno, trompeta, trombón, tuba, bombardino, percusión, arpa de pedal, arpa criolla, piano, órgano, cuatro, guitarra, mandolina, bandola, saxofón, coro, canto popular, canto lírico, dirección orquestal, dirección coral, composición.

¿Cómo puedo aprender a tocar un instrumento musical si no tengo los medios económicos para adquirirlo?

Para aprender a tocar un instrumento no se necesitan conocimientos previos y la formación en El Sistema es totalmente gratuita. Mediante la figura de comodato, y por el tiempo en que permanezca en El Sistema, en calidad de préstamo de uso gratuito, se entrega al alumno e integrante de la institución el instrumento musical asignado con las recomendaciones de un docente. Esto permite que el alumno pueda utilizarlo para su ejecución en los ensayos y prácticas en grupos o individuales, conciertos,  y, cuando el tamaño del instrumento lo permite, lo pueda llevar a su casa para ejercitar y estudiar. A medida que el niño se va desarrollando física y musicalmente, se le cambia el instrumento por otro adecuado a su estatura, siempre mediante la modalidad de comodato, lo que permite un ciclo de retroalimentación instrumental.

¿Qué beneficios obtiene mi representado si no desea convertirse en músico profesional, luego de estudiar en un Núcleo de El Sistema y haber pertenecido a una de sus orquestas?

Como bien lo define el Maestro José Antonio Abreu, creador y fundador de El Sistema, “las orquestas y los coros son verdaderas escuelas para la vida, son terrenos fértiles para que los niños, niñas y adolescentes que en ellas conviven, cultiven sus aptitudes y actitudes, aprendan valores éticos, cívicos, estéticos, espirituales y sociales”.

El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela le ofrece herramientas a los niños para que sean hombres y mujeres exitosos, productivos y felices. Y todos aquellos que en algún momento de sus vidas han estudiado y participado en su estructura formadora, son hoy en día profesionales, trabajadores, padres, madres y ciudadanos integrales. A través del estudio de la música, y al haber pertenecido a una orquesta o coro, aprendieron a trabajar en equipo, a ser tolerantes, solidarios, disciplinados, responsables, tenaces en la consecución de metas, líderes, competitivos y visionarios con su futuro y el de sus familias.

Mediante los informes académicos de colegios y universidades se ha podido constatar que los jóvenes y niños que son alumnos de El Sistema aumentan su rendimiento estudiantil y sus actitudes de liderazgo y respeto hacia el entorno, mientras que disminuyen su grado de agresividad, actitudes depresivas y de descontrol emocional.

Un estudio de Evaluación de Impacto realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, arrojó que los niños y jóvenes que ingresan a El Sistema mostraron vínculos sociales y mejoras con sus conexiones con la escuela y la familia; que están ganados a cooperación entre si y sus pares; que lograron mayor confianza en sí mismos; disminución de los niveles de agresión o toma de riesgos, con mayor énfasis en los varones; disposición a intervenir en actividades colectivas y mayor coeficiente intelectual infantil.

¿Qué oportunidades de desarrollo profesional y fuentes de trabajo se ofrecen en El Sistema para los que desean hacer carrera en la música?

Hay un amplio abanico de posibilidades de formación musical, profesional y laboral en El Sistema, ya que los estudiantes y músicos de las orquestas y coros, se pueden desarrollar como docentes de música, ejecutantes, solistas, directores de orquestas y de coros, compositores, repertoristas y lutieres, así como gerentes y productores artísticos.

En cuanto a la dirección orquestal y a los solistas, los jóvenes integrantes de las orquestas tienen prioridad y campo laboral seguro, ya que en un 90% de los conciertos intervienen solistas de las propias orquestas. Asimismo, El Sistema ofrece una plataforma a jóvenes creadores que se dediquen a la composición de nuevas obras las cuales, a su vez, son interpretadas por las orquestas. Otra fuente de trabajo es para los capacitados como lutier, ya que se pueden encargar de la reparación y fabricación de instrumentos musicales, que tiene un mercado seguro en los miles de alumnos y músicos que tiene El Sistema.

Gracias al conocimiento que alcanzan los alumnos de El Sistema sobre la actividad orquestal y musical acerca de la producción de conciertos, del funcionamiento interno de los núcleos y conservatorio, así como sobre la organización y logística de giras artísticas, éstos se convierten, en su gran mayoría, en gerentes de la Fundación Musical Simón Bolívar. Asimismo, el alto número de profesores de música que requiere El Sistema es otra fuente de trabajo para sus alumnos, quienes tienen la posibilidad de obtener el grado académico expedido por la Cátedra de Música de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE), así como complementar su formación con maestrías y doctorados en la Universidad Simón Bolívar de Venezuela, la Universidad Lisandro Alvarado, la Universidad Nacional Experimental del Táchira y el Instituto Pedagógico de Rubio.

¿Desde qué edad pueden recibir a mi hijo(a) en El Sistema para que pueda estudiar música y tocar un instrumento?

En las orquestas juveniles e infantiles la formación musical contamos con dos programas encargados de iniciar a los niños. El Programa Nuevos Integrantes que atiende desde las madres embarazadas, los neonatos y bebés hasta los tres años de edad. Asimismo, el Programa de Iniciación Musical recibe desde los tres años, aunque no es limitante la edad para iniciarse. Es importante saber que El Sistema cuenta con diversos niveles de estudio musical, en los que se pueden insertar: kinder musical (niños de 2 a 4 años); orquestas pre-infantiles (4 a 6 años); orquestas infantiles (7 a 12 años); orquestas pre-juveniles (13 a 16 años); orquestas juveniles (16 a 22 años) y orquestas profesionales en cada estado de la geografía venezolana.

¿A dónde debo dirigirme para obtener la información exacta para inscribir a mi hijo en El Sistema?

El Sistema de Orquestas y Coros tiene presencia en todo el territorio nacional, basta con ubicar el núcleo más cercano a su domicilio y dirigirse directamente allí. El período de pre-inscripción es durante el mes de mayo, cuando se retiran las planillas de preinscripción y en septiembre se realiza la formalización de la misma, incluyendo los recaudos solicitados.

Si soy músico y no me he formado en El Sistema ¿tengo una oportunidad para ingresar a uno de sus núcleos o a una de sus orquestas?

Sí tienes oportunidad. En El Sistema de Orquestas se realizan permanentemente audiciones, talleres de nivelación, inscripciones, seminarios, clases magistrales, entre otros, que permiten a los músicos interesados participar y optar por su ingreso a una de sus orquestas.

¿Cuáles son los requisitos para ingresar en las Escuelas de Instrumentos de El Sistema si ya soy un ejecutante?

Cuando un ejecutante de algún instrumento tiene un alto nivel musical, o su profesor considera que tiene un gran potencial por desarrollar, éste le prepara una comunicación de recomendación referida al director de la Escuela que le competa (violín, clarinete, contrabajo, trompeta, etc.) para que el niño o joven presente una audición y opte por un cupo en la misma.

¿A quién me dirijo si soy docente en el área musical y quiero ofrecer mis servicios como profesor(a) de El Sistema?

Debe dirigirse a la Fundación Musical Simón Bolívar ubicada en la Torre Este de Parque Central, piso 11, Dirección de Formación y Desarrollo, Oficina de Atención al Docente. También puede enviar su hoja de vida a: [email protected] y [email protected]

¿Cuáles son los requisitos y las gestiones que se deben hacer para crear un nuevo núcleo de El Sistema en mi comunidad?

Se debe realizar una solicitud formal por escrito al ente gubernamental de la zona y a la alcaldía para garantizar la infraestructura, mobiliario e instrumentos musicales. Luego se realiza el convenio con El Sistema de Orquestas, ente que aportará el método de estudio, el personal docente, administrativo y obrero, más todos los detalles de organización interna de dicho núcleo.

Quiero ayudar a los músicos venezolanos ¿cuál es el procedimiento para realizar trabajo voluntario en El Sistema?

Debe dirigirse a la Fundación Musical Simón Bolívar ubicada en la Torre Oeste de Parque Central, piso 18, Dirección de Formación y Desarrollo, y allí puede plantear su propuesta. También puede enviar su propuesta a: [email protected] y [email protected]

Vivo en el exterior, ¿cómo puedo gestionar una visita a los núcleos y sedes de El Sistema en Venezuela, con objetivos académicos y de investigación?

El interesado debe enviar un correo electrónico a [email protected] colocando sus datos personales, datos académicos o profesionales (dependiendo del caso) y una detallada solicitud en la que suministre un informe completo de motivos, necesidades, intereses, fines de la misma y el nombre de la institución académica o gubernamental que respalda dicha visita.

Soy mayor de edad, ¿puedo ingresar a El Sistema?

Si tiene conocimientos musicales previos es muy fácil. De no tener ningún tipo de preparación, no es imposible. Sin embargo, debe tener en cuenta que posiblemente tenga que estudiar con niños menores y en niveles de iniciación.

Soy venezolano y vivo en el exterior, pero viajo con frecuencia a mi país, ¿cómo puedo enterarme, con anticipación, de las presentaciones de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, tanto en el extranjero como en Venezuela?

A través del sitio web fundamusical.org.ve en la sección calendario se puede informar de las actividades, conciertos, recitales y giras pautadas mensualmente. También puede seguir nuestra redes sociales Twitter @elsistema – Instagram @elsistema_ – Facebook El Sistema.

Resido en el interior del país, pero viajo a Caracas con cierta frecuencia, ¿cómo puedo adquirir las entradas para los conciertos que se ofrecen en el Centro de Acción Social por la Música?

Las entradas a los conciertos y recitales en el Centro de Acción Social por la Música (CASPM) son gratuitas. Para conocer la programación pautada contamos con la sección Calendario de conciertos en el portal fundamusical.org.ve, los medios de comunicación, redes sociales Twitter @elsistema – Instagram @elsistema_ – Facebook El Sistema, la taquilla y oficinas en la sede del CNASPM.

Me gustaría contribuir y hacer alguna donación para los niños músicos de El Sistema, ¿cómo puedo hacerlo y a quién me dirijo?

La empresa o el individuo interesado se pueden dirigir directamente a las Fundaciones de Núcleos ubicadas en las sedes de cada núcleo. Allí se canalizan las necesidades inmediatas (reparaciones de la infraestructura, inmuebles, mobiliarios, equipos, donación de instrumentos, etc) y así el patrocinante puede realizar el aporte más adecuado y conveniente. Igualmente, acudir a la Fundación Musical Simón Bolívar, con sede administrativa en Caracas, a fin de realizar el patrocinio deseado, o escribir a [email protected] para canalizar la donación.

¿Dónde puedo adquirir los discos de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela dirigida por Gustavo Dudamel?

En las disco tiendas musicales, especialmente en las de Caracas, podrá encontrar los siguientes CD’s:

  • Tchaikovsky & Shakespeare (2011): Hamlet – Overture-Fantasy after Shakespeare; The Tempest; Romeo and Juliet, Fantasy Overture.
  • Rite (2010): Stravinsky Le Sacre du Printemps; Revueltas La noche de los Mayas.
  • Discoveries (2009).
  • Tchaikovsky (2009): Symphony nº. 5; Francesca da Rimini.
  • Fiesta (2008).
  • Mahler (2007): Symphony nº. 5.
  • Beethoven (2006): Symphonies nº. 5 & 7.

http://www.deutschegrammophon.com/

A mi hijo le gusta la música popular: ¿puede estudiar en El Sistema?

Una de las premisas básicas del trabajo de las Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela es considerar la música como un arte integral y no hacer distinciones radicales entre géneros. Lo importante es el alto nivel técnico e interpretativo con que se ejecute la música, por lo que cualquier niño o joven que desee incursionar en la música popular, y cuya vocación y talento esté dirigido hacia ese género, puede acudir igualmente a cualquier núcleo de El Sistema donde se imparta como cátedra el estudio de algún instrumento de música popular. Incluso, podrá formar parte de una orquesta típica, de una orquesta o ensamble de música venezolana, de una agrupación dedicada al rock, al jazz, a la música latina y/o afro-venezolana.

Soy baterista y me encanta el rock, ¿tengo algún chance de estudiar en El Sistema o de pertenecer a alguna agrupación u orquesta de este género?

Si, en muchos núcleos ya contamos con la práctica orquestal en distintos géneros musicales para ofrecer alternativas a los jóvenes venezolanos, incluso ya contamos con diferentes agrupaciones como la Big Band Jazz, la Orquesta Latinocaribeña, la Orquesta Afrovenezolana, el Ensamble de Alma Llanera y la Orquesta de Rock Sinfónico.

Tengo estudios de música realizados en el exterior y ya tengo 18 años de edad, ¿es posible ingresar a El Sistema en Caracas?

Todo niño o joven que desee inscribirse en el Sistema Nacional de Orquestas es bienvenido; para ello existen diferentes oportunidades de ingreso (audiciones, talleres de nivelación, seminarios, clases magistrales, etc), que permiten a los músicos interesados participar y optar por su inserción.

Me gusta la salsa y quiero estudiar música en un conservatorio, ¿será posible que me acepten en El Sistema o tengo que dirigirme a otras escuelas?

Claro que sí, contamos con el Programa de Música Popular, con el que se busca dar a conocer, explorar y abrir un camino musical a todos los interesados en este popular género. Su director es el profesor Alberto Vergara, percusionista, compositor y arreglista quien ha pertenecido por 30 años a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela.

Soy estudiante universitario y quiero hacer mi tesis de grado sobre El Sistema de orquestas, ¿a quién puedo dirigirme para obtener información y poder trabajar mi tesis sobre este tema?

El interesado debe enviar un correo electrónico a [email protected], colocando sus datos personales, datos académicos o profesionales (dependiendo del caso) y una detallada solicitud donde informe motivo, necesidades, intereses, fines de la misma y comunicación de la institución académica. Una vez recibida la solicitud, dependiendo del área de estudio, la carrera del interesado, el nivel y el tema a investigar, El Sistema asignará una dirección responsable para atender la solicitud.

La bohème tras bastidores

La Bohème Tras Bastidores

La Coral Nacional Juvenil Simón Bolívar participa en el segundo y tercer acto de La bohème y queríamos saber, desde la voz de uno de sus integrantes, eso que nosotros no podemos ver (ni sentir): qué ocurre antes y mientras están en escena. Le pedimos a Florycer Rivas, soprano y periodista, que nos lo contara y aquí está su relato

 

El segundo acto de una de las óperas más representadas en el mundo está a punto de comenzar. La batuta la llevará uno de los directores más conocidos en la actualidad y en la fosa aguardan músicos consagrados en todos los continentes. Nos separa del público un telón rojo, que en cualquier momento se abrirá para darle la bienvenida al Barrio Latino del Café Momus, creado en 1896. Todo indica que el drama lírico está a punto de empezar. Sin embargo, es necesario retroceder unas cuantas horas para contemplar el verdadero comienzo.

Ir a 1830 no es una tarea fácil y lucir como en esa época, menos. Para esto, el camerino de las mujeres de la Coral Nacional Juvenil Simón Bolívar siempre se llena primero que el de los hombres; la razón: maquillaje, mucho maquillaje. Por la distancia entre el público y los cantantes dentro del escenario, es un requisito resaltar la expresión del rostro con maquillaje, sin distinción. Hombres y mujeres deben utilizarlo. Por supuesto, mis compañeras disfrutan más de esto que los hombres, que llevan algo muy discreto. En el camerino de los caballeros hay movimiento una hora más tarde, con menos efusividad, pero con divertidas historias de las anécdotas de estos días en Italia. Lo conversadores que son los muchachos puede sorprender a muchos.

Maquillados todos, salimos a encontrarnos en un salón con la profesora de canto, Margot Parés-Reyna, quien llena de energía a toda la agrupación con ejercicios físicos y vocales y, así, estar listos para la función. Sin olvidar sus charlas sobre la disciplina y el éxito.

Los trajes esperan por nosotros y las mujeres encargadas del vestuario han llegado. ¡Es hora de vestirse! Cada traje tiene aproximadamente ocho piezas, pues es vestuario de invierno, época en la que está ambientada la ópera. Por eso, hay que arreglarse con anticipación. Es pleno verano y morimos de calor, incluso antes de entrar en escena, pero la belleza del vestuario y la emoción hace que soportemos y casi olvidemos ese detalle.

Las peluqueras también llegan para transformarnos en parisinos con cuffietta y sombreros y, mientras lo hacen, hablan alegremente. Las conversaciones son particularmente divertidas. Se escucha toda una oración en español que es respondida en su totalidad en italiano, y ambas personas comprenden el mensaje sin manejar el idioma de la otra. A las mujeres del teatro parece fascinarles esta situación y, cada vez que sucede, las carcajadas invaden el camerino hasta que se pierde un par de zapatos. Ahí la seriedad y preocupación se apodera de sus rostros porque hacen todo lo que está en sus manos para que cada persona del coro tenga todo lo que necesite.

El último encuentro, previo al del escenario, sucede con el vestuario listo y la adrenalina y los nervios llegan con él. A pesar de que son varias las funciones, la emoción de ver a cada uno de tus compañeros sumergido en un personaje parece no cesar. Se repasan últimos detalles musicales junto con Franca Ciarfella, que se convierte en pianista parisina de 1830, y Lourdes Sánchez, que enciende el espíritu sonoro del coro, mientras en el escenario ya casi finaliza el primer acto de La bohème. Ella se queda hasta el último segundo en el que ingresa el coro a escenario y se va a buscar algún puesto disponible para ver la función desde afuera, encomendando siempre a Dios cada una de las presentaciones, como la gran mayoría del coro. La profesora Margot Parés Reyna da los toques finales arreglando los lazos que lleva cada integrante de la agrupación. Lo hace con esmero y una sonrisa cómplice porque el momento de cantar ha llegado.

Pensar en que Venezuela se verá representada en cada una de las notas compuestas por Puccini es un compromiso del tamaño del Duomo de Milán, pero sólo pensar en el país hace que quieras hacerlo mejor que en la función anterior.

La cuenta regresiva para ingresar al escenario comienza cuando en los altavoces internos del teatro se oye en perfecto italiano: «En quince minutos comenzará la función. Por favor, la orquesta y el coro Simón Bolívar dirigirse a escenario». De pronto, los ascensores y las escaleras están repletas de personajes e instrumentos que cobrarán vida y harán música en sólo quince minutos. Es emocionante hacer el pequeño trayecto entre el piso tres y el piso cero. En el camino se atraviesan programas de mano, donde se pueden leer, justo al lado de grandes solistas, los nombres de compañeros del coro y en letras grandes mis directores: Venezuela asomada por todos lados.

Cuando Mimí y Rodolfo profesan su amor, ya estamos detrás del escenario, esperando que los solistas sean aplaudidos para que el telón se cierre y así ingresar al barrio latino del segundo acto. Los aplausos se oyen e inmediatamente comienza el equipo de tramoya del Teatro alla Scala a trabajar para que, en quince minutos, el segundo acto esté montado. El movimiento es veloz y la eficiencia es indescriptible, más de cien personas detrás de escena se encargan de tener todo listo en tan poco tiempo.

Y allí estamos, utilizando prendas que alguna vez acompañaron a figuras trascendentales del canto lírico como Luciano Pavarotti, por mencionar a alguno. Los casi 200 corazones que integran la Coral Nacional Juvenil Simón Bolívar laten juntos, esperando con ansias detrás del telón rojo que abrió las puertas del éxito a grandes de la música académica desde hace más de dos siglos. Miradas de complicidad, abrazos sinceros que se reparten y apretones de manos de orgullo acompañan la emoción de sentir, otra vez, que se puede trabajar por un mundo mejor a través de la música.

Y esa emoción se multiplica cada vez que el telón se abre, cuando los armónicos que arropan hasta el gran candelabro de la sala hacen que aquel padre o aquella madre que están trabajando a unos diez mil kilómetros de distancia o la abuela que no la detiene la tecnología, ni la diferencia de horario, para comunicarse, estén allí; porque si nosotros estamos en el escenario todos ellos están presentes.

La función comenzó y parece que todos hemos engordado ¡No cabe nadie! Entre figurantes, cantantes y solistas la sensación es de un verdadero mercado de las pulgas. Los vestidos y bufandas hacen que tropieces con todo y el calor se apodera de todos los cuerpos. En ese momento, comienzas a pensar en los consejos de las personas que ayudaron al coro a ser más expresivo y teatral como Luigi Sciamana, Fucho Pereda, Miguel Issa y Marco Gandini. Caminar sin perder el foco, concentrarte en tu personaje, mirar al director, cantar con dirección, energía; todo eso junto, y más, te pasa por la mente mientras que la música suena, sin olvidar que debes divertirte y no dejar a un lado la disciplina en escena.

La energía es colectiva y el calor también. Fingir que hace frío cuando quieres salir corriendo para una ducha es un verdadero desafío. Un burro y un caballo blanco pasan por el escenario. Rogamos: ¡qué no se encabrite! Te das cuenta de que todo es posible y sigues cantando. Musetta rompe un plato y las cualidades actorales del coro se asoman. La banda externa comienza a sonar: es el anuncio de que el segundo acto terminará en cualquier momento. El coro corre por las escaleras hacia el segundo piso dentro del escenario y canta, ondeando banderas francesas, que la ritirata ha llegado. Los aplausos invaden el teatro y la sonrisa del coro y la orquesta aparecen, el telón cierra para comenzar una nueva aventura, el tercer acto.

La confidencialidad entre nosotros, un doble director (Lourdes Sánchez) y una pantalla son los elementos que rodean este momento donde, con complicidad, vemos el rostro del maestro Dudamel confirmando su fraseo en las cortas pero importantes participaciones del coro interno que se encuentra en el penúltimo acto, detrás del escenario. Mimí y Marcello aparecen en escena para conmover a todo el público con su dueto. La participación del coro ha culminado. Dejamos el escenario sigilosamente y con una satisfacción inmensa, pero sin dejar de pensar en que trabajaremos incansablemente para que la siguiente función siempre sea mejor. Muchos nos quedamos en algún lugar de la sala para ver el cuarto acto, en el que Mimí muere y lloramos este final, como ellos, como todos los que están en la sala.

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