La música del italiano Nino Rota sonará en el trombón de Miguel Sánchez
El venezolano, principal de su fila en la Sinfónica Simón Bolívar y graduado con honores del Conservatorio Superior de Música de París, tocará el Concierto para Trombón y Orquesta del compositor milanés, una de las piezas más importantes del también escritor de bandas sonoras, y obra fundamental del repertorio solista de cualquier trombonista
Nino Rota es uno de los más importantes compositores de música clásica y cinematográfica de Italia. Considerado un niño prodigio, el italiano escribió las bandas sonoras de famosas películas como La dolce vita y El padrino, así como numerosas obras de música sinfónica y de cámara. Este domingo, 18 de enero de 2015, su obra sonará en el Centro Nacional de Acción Social por la Música.
La responsabilidad recaerá en el trombonista venezolano Miguel Sánchez, quien ejecutará el Concierto para Trombón y Orquesta del compositor milanés, una de las piezas más importantes del autor musical, y obra fundamental del repertorio solista de cualquier trombonista. La cita está pautada a las 11:00 am, en la Sala Simón Bolívar.
“Esta obra es uno de los conciertos clásicos del trombón y fue estrenado por el músico argentino Gaspar Licciardone a quien tuve el honor de conocer. Generalmente, esta obra es una de las piezas obligatorias para finales de competencias o concursos de orquesta. Es un concierto fresco y está escrito para una orquestación pequeña”, comenta el músico, quien proviene de una familia musical formada en el seno de El Sistema; graduado con honores del Conservatorio de Música de París y, actualmente, principal de su fila en la Sinfónica Simón Bolívar y director-fundador de la Academia Latinoamericana de Trombón.
Régulo Stabilito estará a cargo de la dirección del concierto. El conductor, quien inició su formación musical como violinista y tiene un título universitario como profesional del Derecho, realiza una intensa labor en el territorio nacional, trabajando con diferentes orquestas regionales como director invitado.
El programa incluye, además de la obra solista para trombón, la Obertura del Festival Académico Op. 80, de Johannes Brahms, y la Sinfonía Nº 2 en Do Mayor Op. 61, de Robert Schumann. Este concierto se repetirá el lunes, 19 de enero, a las 3:00 pm, en la Universidad Simón Bolívar.
Estas dos presentaciones forman parte de la programación aniversaria del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, adscrita al Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
El solista
Miguel Sánchez proviene de una gran familia musical, que incluye 16 trombonistas. Nacido en San Cristóbal, este músicos venezolano inició su formación artística de la mano de su padre, Ángel Sánchez, también ejecutante del trombón; formación que recibió dentro del Conservatorio de Música Juan José Landaeta, en el núcleo de Guanare, ubicado en Portuguesa.
Posteriormente, a la edad de 18, Sánchez ingresa en el Conservatorio de Música de París bajo la tutela del maestro Michael Becker, obteniendo un grado de honor por unanimidad del jurado calificador. Actualmente, es el principal de trombones de la Sinfónica Simón Bolívar y dirige la Academia Latinoamericana de Trombón, institución que fundó en el año 2009.
«Cuando me gradué del conservatorio de París tuve la oportunidad de quedarme, pero tenía muy claro lo que quería hacer en Venezuela. En ese momento, no existía una escuela institucionalizada para trombonistas, y en eso era lo que quería trabajar», relata quien es considerado uno de los trombonistas más versátiles del país, liderando una propuesta musical donde predomina la interpretación de la música venezolana por parte de este instrumento de metal. Claro, sin dejar la ejecución de obras sinfónicas, solistas y de cámara, propias de la música clásica.
«En su momento, la academia comenzó con 34 alumnos y yo era el único profesor. Hoy en día, son alrededor de 80 estudiantes de diferentes regiones del país, y una plantilla de cinco maestros, quienes a su vez se prepararon dentro de esta escuela», dice quien trabaja conjuntamente con la Academia Nacional de Trombón, institución tutelada por el músico Pedro Carrero y la cual tiene el objetivo de acoger al cúmulo de trombonistas que hacen vida dentro de El Sistema. Sánchez expresa que las dos academias tienen la misma visión: ofrecer a los estudiantes de trombón las mejores herramientas para su crecimiento profesional, además de brindarles una formación integral donde no solo prevalece la parte musical sino también los valores éticos, la solidaridad y la hermandad.
«La música tiene que ser la herramienta fundamental para el crecimiento personal de cualquier ser humano», cuenta quien tiene una agenda copada de compromisos nacionales e internacionales, al cumplir con sus funciones dentro de su orquesta; las presentaciones solistas con diferentes agrupaciones de El Sistema y del extranjero; además de participar como profesor invitado de importantes festivales alrededor del mundo. «Dentro de la academia ya estamos preparados para enviar a nuestros alumnos a participar en competencias internacionales; hay mucho talento y lo importante es perseverar y tener mucha dedicación para lograrlo», afirma el artista.
Miguel Sánchez está a la espera de poder sacar al mercado su producción discográfica de música venezolana, Altura Santa, en honor al salto de agua más grande del mundo situado en el Parque Nacional Canaima, en Venezuela: el Salto Ángel. Disco que grabó en 2012 junto a los músicos Marcos Romero (Bajo); César Cisnero González (Maracas) y Gabriel Borrero (Cuatro). Además, tiene tres proyectos de grabación por ejecutar y seguirá su ardua labor como director y profesor de la academia latinoamericana. «Yo me hice mejor trombonista y mejor persona aquí en Venezuela. Estudié en uno de los más importantes conservatorios de Francia, bajo la tutela de un maestro extraordinario, y sin embargo, para mí los niños han sido mis grandes maestros», puntualiza con orgullo quien se ha dedico a enseñar a los más pequeños intérpretes del trombón.