Rodolfo Barráez: “Tener una orquesta que esté pensando solamente en música me nutre muchísimo”
La energía, la intuición y atención a los detalles han hecho del maestro Rodolfo Barráez un músico consolidado. En su faceta como director de distintas orquestas del mundo, nos sigue conquistando en cada venida a Venezuela, con cada concierto y acercamiento que tiene con los músicos que hacen vida dentro del Centro Nacional de Acción Social por la Música. En esta oportunidad nos cuenta un poco su crecimiento personal y profesional como director y su participación en el Festival Latinoamericano de Música.
— Maestro, quisiéramos saber un poco sobre la experiencia de haber participado en el Festival Latinoamericano de Música, cuéntenos ¿qué le ha parecido este repertorio que está lleno de estrenos mundiales?
Para mí es un inmenso placer haber participado en el Festival Latinoamericano de Música, un evento al que he asistido por muchos años, pero como violinista en una orquesta, esta es mi primera vez como director y es un honor muy especial porque estuvimos dedicando esta edición al maestro Alfredo Rugeles, quien fue mi maestro en la Universidad; fue mi formador cuando yo hice estudios universitarios aquí en Venezuela.
El repertorio cuenta con un estreno mundial de la obra de Juan Carlos Nuñez, tenemos también un compositor colombiano, Andrés Posada; vamos a pasearnos también por el compositor brasileño Villa-Lobos, Piazzola y nuestro compositor venezolano Reynaldo Hahn, con la Obertura “Mozart”. Estamos disfrutando mucho de los ensayos, nos estamos preparando arduamente para celebrar, además de que este es el cierre del festival y creo que va a ser un concierto especial. Espero que no se lo pierdan.
— Luego de este reencuentro con El Sistema, cuéntanos un poco ¿cómo será tu agenda a nivel nacional e internacional?, ¿qué tienes pensado para cerrar e iniciar el año?
Bueno, vengo llegando, digamos, de una gira internacional que hicimos junto a la Filarmónica de Los Ángeles, en la que participé como director asistente. Ahora estaré aquí, en Venezuela, un par de semanas junto a las orquestas de Cámara Simón Bolívar y la Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela. Luego, iré dos semanas a una gira por Asia con la Orquesta Sinfónica Nacional de Singapur. Seguidamente voy a Hong Kong con la Orquesta Hong Kong Sinfonietta. Después, iré a Francia con la Ópera de París y, también, estaré en España para cumplir con una serie de conciertos. Estos serán, más o menos, mis próximos pasos para el último trimestre del año.
— Partiendo de ese itinerario, maestro, ¿cómo ha sido tu crecimiento profesional y, además, personal siendo director asociado de las orquestas mencionadas anteriormente?
¡Es una maravilla, porque es lo mejor de todos los mundos! Es decir, yo soy director asociado de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar en América Latina. Estoy como director asistente de la Filarmónica de Los Ángeles en los Estados Unidos. En Europa soy director residente en la Ópera de París y en Asia estoy con la Orquesta Sinfónica Nacional de Singapur. Hoy, en la actualidad, disfruto muchísimo de la personalidad de cada orquesta que son muy diferentes entre sí, pero con las que he conectado muy bien. La experiencia es maravillosa, porque el repertorio también es variado, entonces siento que estoy viviendo el mejor momento de mi etapa artística como director y como persona, lo estoy disfrutando muchísimo. Aunque tengo que confesar que no es fácil, es bien complicado estar hoy en Caracas, mañana en Singapur y después en Estados Unidos, pero, bueno, yo creo que el poder de la música me da la energía de seguir adelante. Además de que cada vez que estoy en el podium con las orquestas es una adrenalina, es un combustible que nos mueve a todos los directores.
— Bajo esa concepción, tomando en cuenta que son orquestas de diferentes continentes, ¿cuál sería esa palabra que describe a cada una de ellas por individual cuando tú, como director, las estás dirigiendo?
Oye, excelente pregunta, nunca lo había pensado, pero la primera palabra que se me viene cuando estoy frente a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela es energía. Si me voy a la Orquesta Sinfónica Nacional de Singapur es disciplina. Cuando voy a París es elegancia y en Estados Unidos, con la Filarmónica es volumen, fuerza.
— Ahora que hablas de la Filarmónica de Los Ángeles, cuéntanos un poco sobre esa última gira junto al maestro Gustavo Dudamel.
Bueno, estuvimos de gira por Nueva York con un programa sumamente especial junto al maestro Gustavo Dudamel; quien la estuvo dirigiendo. Contamos con una programación artística bellísima donde se hizo un estreno mundial del Concierto para Violonchelo de Gabriela Ortiz, compositora mexicana. Además tuvimos al barítono Gustavo Castillo con la interpretación de la Estancia de Ginastera; grabación que hizo el maestro Dudamel recientemente con LA Phill y que está nominada al Grammy. Compartimos escenario, también, con Natalia Lafourcade quien es una excelente cantante mexicana. Igualmente estuvo el reconocido pianista Lang Lang. De verdad fue un programa muy colorido y hermoso.
Luego, seguimos a Bogotá donde se hicieron dos conciertos y también hicimos la Orquesta Latinoamericana; fue iniciativa del maestro Gustavo Dudamel de unir a jóvenes no mayores de 18 años para hacer una orquesta de más de 170 personas donde había jóvenes de toda América Latina y de Estados Unidos. Venezuela, Argentina, Uruguay, Paraguay, Ecuador, Perú, Brasil y muchos más que, probablemente, estoy olvidando, pero fue una experiencia mágica en la que yo tuve la responsabilidad de hacer el engranaje, el montaje y toda la preparación para hacer un concierto maravilloso donde estuvo la participación especial del cantante colombiano Carlos Vives. Fue un concierto sumamente especial que guardo en mi corazón por el resto de mis días.
El lugar donde siempre se es feliz
— Maestro, cada vez que vuelves a este lugar, que es tu casa, ¿cómo sientes que te nutre?
Quizás va a sonar repetitivo, pero siempre lo digo porque es así, cuando yo vengo a Venezuela recargo el tanque de combustible para, entonces, salir a compartirlo con las orquestas que tengo la oportunidad y el privilegio de dirigir. Aquí yo me lleno de una energía especial; la música se hace aquí de una manera única, desde el fondo del corazón y eso es maravilloso. Tener una orquesta que esté pensando solamente en música me nutre muchísimo y me llena ese combustible enérgico musical, que después uso cuando salgo. Entonces, apenas se me vacía, quiero volver a rellenarlo y, bueno, tengo la oportunidad de regresar con frecuencia y eso me hace feliz.
— Para finalizar, este que es tu lugar seguro y de cara al 50° Aniversario, ¿qué tienes que decir de este proyecto social que se ha venido replicando en muchas regiones?
Bueno, preparándonos con mucha felicidad para celebrar estos primeros 50 años que ojalá y les podamos agregar a esos cincuenta unos cuantos ceros en el futuro, estoy seguro que sí. El sistema es eterno, nosotros -todos los que pertenecemos a las diferentes generaciones- nos formamos para continuar El Sistema. Yo tengo la misión de celebrarlo desde mi zona, mi tierra Falcón, pero, además aquí en Caracas también junto a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar. Ya estamos ingeniando las programaciones para celebrarlo como se merece, no solamente aquí en Venezuela, sino en el mundo entero donde ya hay cantidad de núcleos que se han inspirado en El Sistema; ellos también son bienvenidos a la fiesta, a celebrarlo para que sigan llenándose de inspiración. Estoy muy contento de formar parte de esa celebración y allá nos vemos.