Todo listo para que Salzburgo reciba a la Infantil de Venezuela y al Coro de Manos Blancas
El próximo domingo, 4 de agosto, los más pequeños de El Sistema partirán a la ciudad natal de Mozart, junto al Coro de Manos Blancas, para asumir el reto de cerrar, desde el 7 hasta el 11 de agosto, la residencia musical que los venezolanos han protagonizado desde el 24 de julio
Dedos en su lugar. Instrumentos a punto de empacarse. Entusiasmo inconmensurable. Después del último seminario para pulir los toques finales, los niños de Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela, sus talleristas, directores y el personal logístico están preparados para emprender, este domingo, 4 de agosto, la ruta de un importante destino: el Festival de Salzburgo.
El debut de los niños venezolanos en el festival promete
Causar una nueva ola de gratitud en la villa donde nació Mozart. Y es que escuchar el nivel técnico y artístico logrado por esta plantilla de pequeños intérpretes, provenientes de cada estado de Venezuela, podría resultar casi increíble: se trata de un trabajo musical sobre la Primera Sinfonía de Gustav Mahler, hecho con altísimo nivel por niños que no tienen más de 12 años de vida.
El último ensayo general, antes de embarcarse en la travesía con rumbo a Austria, se llevó a cabo este miércoles en el Centro Nacional de Acción Social por la Música (Caspm). Diferentes batutas del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela subieron al podio, frente a la tierna plantilla, para dirigir el destino y la forma del repertorio de cara al gran reto que les espera en Salzburgo: ser guiados por Sir Simon Rattle, director principal de la Filarmónica de Berlín, quien solo contará con dos ensayos antes de los conciertos.
El corto tiempo para ensayar y la prominencia de la batuta de unos de los directores más reconocidos en la historia reciente de la música son solo dos de las razones que hacen del debut de los niños de El Sistema un gran compromiso. Sin embargo, Eugenio Carreño, coordinador musical de la agrupación, se mantiene sereno. “Tengo confianza en el trabajo que mostrarán nuestros niños porque los entrenamos no en términos estrictamente musicales, sino en el sentido de la magnitud del compromiso”, señaló.
“El entrenamiento fue muy importante porque llegarán a los ensayos con el maestro Rattle con mucha flexibilidad. Estoy seguro de que determinarán cosas importantes con él”, dijo Carreño en el intermedio de esta última práctica que fue abierta a los padres de los niños, así como al público que quiso oír el fenómeno criollo venezolano antes de que partieran.
Escuchar y ver a los pequeños de la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela podría resultar una experiencia retadora para la expectativa musical e interpretativa de cualquier público. Sin embargo, su estatura, frescura y confianza recordarán que se trata de la más noble infancia, esa que irá a mostrar cómo se pueden hacer realidad los primeros sueños, no solo de los niños venezolanos, sino los de Latinoamérica.
“Creo que esta orquesta va a dar mucho de qué hablar”, concluyó Carreño, quien bien puede estar haciendo un pronóstico acertado, uno que agregaría otro eslabón a la cadena de hitos que, desde el pasado 24 de julio, comenzaron a sumar las orquestas y coros durante lo que la organización del Festival de Salzburgo ha llamado El Sistema: La Residencia.
Salzburgo con manos blancas
El Coro de Manos Blancas, otra de las grandes agrupaciones que ha creado El Sistema, a través del Programa de Educación Especial, también dirá presente en el Festival de Salzburgo. Los niños y jóvenes viajarán a Europa para demostrar que la palabra inclusión no sólo se escribe con letras, sino con música. Irán, bajo la guía de su directora, Naybeth García, a ponerle gesto a la armonía, a levantar las manos de la esperanza, la disciplina y talento. Con ello se unirán a la historia de un festival por el que han pasado los músicos más famosos durante casi 100 años.