Una familia que comparte su pasión por la música dentro de El Sistema
Luis Hernández e Hisvett Garrachán, integrantes del Sinfónica Simón Bolívar exponen el orgullo que sienten como padre y madre de las jóvenes virtuosas, Elizabeth y Verónica, quienes siguen sus pasos y buscan sus sueños en el arte y la música. Este Día del Padre dedicamos esta historia a todos aquellos que con su esfuerzo apoyan la formación de mejores ciudadanos para Venezuela
La celebración del Día del Padre es una ocasión muy especial para el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela (El Sistema), ya que dentro de su programa artístico, pedagógico y social han crecido innumerables familias que comparten la pasión por la música. Un gran ejemplo es la familia Hernández Garrachán, conformada por los maestros Luis Hernández e Hivestt Garrachán, integrantes de la Sinfónica Simón Bolívar, y sus hijas Elizabeth Hernández Garrachán, primer violín de la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta, y Verónica Hernández Garrachán, violonchelista egresada del Colegio Emil Friedman. Ellos simbolizan las miles de historias que han fortalecido los valores y principios morales del programa educativo fundado por el Maestro José Antonio Abreu, en 1975.
La pareja de violinistas que conforman Luis Hernández e Hisvett Garrachán construyó su vida familiar, en parelelo a sus carreras como músicos profesionales de la orquesta pionera de El Sistema. Al tiempo que integran esta agrupación como miembros titulares han ejercido labores de maestros y padres, formando a sus propias hijas bajo una metodología de organización que ofrece el aprendizaje musical. Hisvett asegura que de manera natural Elizabeth y Verónica escogieron sus instrumentos, desde muy temprana edad, y siguieron sus estudios universitarios con la misma disciplina aprendida para la ejecución instrumental.
“Recuerdo que en una Navidad, Elizabeth recibió como regalo del Niño Jesús su primer violín, y desde entonces comenzó a estudiarlo. Se inició en el grupo orquestal poco después de los cuatro años, en el Núcleo de La Rinconada, y actualmente hace carrera profesional dentro de una de las grandes orquestas de El Sistema. Verónica, en cambio, sigue su carrera en el diseño, pero mantiene su pasión por el violonchelo y es público recurrente en el Centro Nacional de Acción Social por la Música. Todos compartimos nuestros gustos musicales, aunque poco nos juntamos para tocar”, comentó con gran emoción Hisvett Garrachán, para quien ejercer el rol de mamá ha representado la satisfacción de contar con el apoyo de sus hijas y toda su familia.
Aunque el profesor Luis Hernández se mostró un poco más reservado, también dio cuenta de su satisfacción como padre de dos jóvenes que siguen su formación profesional dentro de las artes: “Cada una de las muchachas ha escogido el camino según sus deseos y su propia personalidad. Son hijas amorosas, responsables y muy disciplinadas. No podrían hacerme un padre más feliz”, comentó entre risas y abrazos.
Fortalecer los lazos familiares es un valor agregado para la consolidación de la misión social del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y en Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.