La Sinfónica Francisco de Miranda se sumerge en el romanticismo de Beethoven
Las notas de la Sinfonía heroica, de Beethoven, sonarán en los instrumentos de la Orquesta Sinfónica Francisco de Miranda hoy, a las 4:00 pm, en la Sala Simón Bolívar del Centro Nacional Simón Bolívar, bajo la batuta de Gonzalo Hidalgo.
La Orquesta Sinfónica Francisco de Miranda, bajo la dirección de Gonzalo Hidalgo, se sumergirá en el período clásico de la música académica a través de la interpretación de una sinfonía de uno de los compositores más importantes y reconocidos de ese período: Ludwig van Beethoven. Como parte del repertorio del concierto que la OSFM ofrecerá, este miércoles 9 de noviembre, a las 4:00 pm, el público podrá escuchar la Sinfonía N° 3, conocida también como La heroica, de Beethoven.
Op. 55, fue compuesta por Beethoven entre 1802 y 1804, durante su estancia en Heiligenstadt, en Viena. La llamó «Sinfonía heroica, compuesta para festejar el recuerdo de un gran hombre». Este nombre se debe a que, inicialmente, Beethoven pretendía titularla como “La Napoleónica”, en honor a Napoleón Bonaparte, cuando aún era Primer Cónsul de Francia.
Se cuenta que cuando Napoleón se autoproclamó emperador, en mayo de 1804, esta noticia disgustó tanto a Beethoven que decidió borrar el nombre de Bonaparte de la página del título. Lo hizo con tal fuerza que rompió su lápiz, dejando un agujero en el papel. Así decidió darle el nombre con el que se conoce hoy en día.
El musicólogo José Rafael Maldonado comenta que la producción de las nueve sinfonías de Beethoven implicó un cambio en la música occidental que revolucionó el pensamiento musical de manera definitiva. Maldonado afirma que Beethoven era un músico con un pensamiento avanzado y atrevido, que plasmó en todas sus sinfonías, particularmente en la Tercera, la Quinta, la Sexta y la Novena, que son las más interpretadas de todo su repertorio.
En cuanto a la Sinfonía heroica, el musicólogo destaca que Beethoven utilizó un lenguaje que todavía estaba desarrollando. “Eso implica una nueva concepción de la sinfonía, la orquesta se amplía, con una sonoridad y unas armonías un poco más abiertas que en el período clásico”.
Esta sinfonía del compositor alemán es considerada como la puerta del romanticismo. “Beethoven a partir de su Tercera sinfonía, vislumbra lo que iba a ser el romanticismo pleno, representado por Mendelssohn, Chopin o Schumann”, comenta el musicólogo.
La duración de la obra es una de las sus características resaltantes: dura dos veces más que cualquier otra de la época, además, la orquesta es más grande y los sonidos son claramente anunciadores del romanticismo musical. La obra está constituida por tres movimientos y finale. El primer movimiento, titulado “Allegro con brío”, dura aproximadamente 20 minutos, hasta ese momento, no se había compuesto un movimiento sinfónico con esta duración.
Para el segundo movimiento, “Adagio assai”, se presenta una marcha fúnebre en Do menor, una tonalidad muy significativa para el compositor, tonalidad en que compuso su Quinta sinfonía. En el tercer movimiento, “Allegro vivace”, se recrea una escena de caza destacada con el uso de trompas y un agitado scherzo.
El Finale “Allegreto molto” evoca una escena de danza y es apoteósico, con una gran exigencia de virtuosismo para la orquesta. En este final se funden la forma y variaciones del tema que Beethoven utilizó en diversas ocasiones, como en el caso de Las criaturas de Prometeo o la Variaciones para Op. 35, entre otras.
Para Maldonado, Beethoven es una especie de compositor que testimonia el cambio de la sensibilidad, “así como fue Monteverdi durante el renacimiento y el barroco, que emplea un estilo en su colección de libros de madrigales, donde se denota primero el estilo antiguo renacentista y luego el estilo barroco que viene a ser el nuevo, a Beethoven le sucede lo mismo, con la diferencia de que para él, el desarrollo del pensamiento musical es algo natural”.
Esta obra fue estrenada en un concierto privado en el año 1804 en la casa del príncipe Joseph Franz von Lobkiwutz, a quien fue dedicada finalmente. La Sinfonía heroica fue ejecutada públicamente por primera vez en el Theater an der Wien de Viena, el 7 de abril de 1805, con el compositor a la batuta.
La Orquesta Sinfónica Francisco de Miranda será la encargada de interpretar esta obra bajo la batuta del director invitado Gonzalo Hidalgo. Además se interpretará el Concierto para violín y orquesta en Re Mayor, Op. 61, donde actuará como solista el joven músico Richard Urbina.