Christoph Eschenbach: “El Sistema es un invento único en el mundo”
El director alemán con una amplia trayectoria en las orquestas más representativas de distintos continentes, visitó por primera vez la institución y mostró su grata impresión por ver a niños y jóvenes dominar las obras con gran virtuosismo
PRENSA EL SISTEMA
Emocionado, maravillado y simplemente agradecido, se sintió el director alemán Christoph Eschenbach, quien llegó desde Hong Kong a Venezuela, a través del Conservatorio Itinerante Inocente Carreño, gracias al auspicio de Hilti Foundation, Banco de Desarrollo de América Latina y El Caribe CAF y otras organizaciones, para brindar a los músicos en formación clases magistrales, además de dirigir la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela y tener la oportunidad de tomar la batuta frente a la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela, antes de su visita a las Naciones Unidas (Ginebra).
Durante su estancia en el Centro Nacional de Acción Social por la Música (CNASPM), el maestro Eschenbach, visitó el Centro Académico Regional Montalbán, donde vio de cerca lo que logra El Sistema con los pequeños músicos que conforman los distintos programas implementados en este núcleo; allí recibió la condecoración Tocar, Cantar y Luchar.
En entrevista con el director invitado comentó cómo se ha sentido durante su primera vez en El Sistema: “Escuché de El Sistema con las interpretaciones de Gustavo Dudamel junto a la Orquesta Simón Bolívar, sobre todo no puedo olvidar la Sinfonía Nº 5 de Mahler, y me emocionó recibir la invitación a visitarlos”.
-Estuvo de visita en el Centro Académico Regional Montalbán, ¿qué fue lo que más disfrutó de lo que presenció?
-De la visita me encantó absolutamente todo. El Sistema es un invento único en el mundo, es algo que verdaderamente trasciende en la historia de la música, sobre todo porque le da la oportunidad a los niños de bajos recursos de vivir y experimentar la música. Para mí fue increíble ver a todas estas orquestas y estas agrupaciones. En cada lugar a donde miraba, había una orquesta por aquí, un coro por allá, incluso una niña pequeña, de apenas cinco o seis años, y era la concertino de una orquesta. Este proceso permite a los niños sanar, que vivan y experimenten una realidad muy diferente a la que su entorno le ofrece.
-Acaba de partir a Ginebra la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela, ¿qué le pareció poder haber dirigido a estos niños y jóvenes antes de viajar?
-Es increíble ver la cantidad de energía que tienen estos niños, ellos que viajaron a Europa, deberían ir cada año, a la ONU específicamente. Fue increíble ver cómo estos chicos tienen un talento tan grande como para poder tocar este tipo de repertorios, que no son fáciles como la Obertura Rienzi, de Richard Wagner y el Short ride in a fast machine de John Adams, que la hacen con tanta energía, tan bien interpretada, y además con esa alegría que muchas veces se ve cómo bailan y cómo disfrutan con tanta pasión en escena, es algo tremendamente sobrecogedor y fue una experiencia increíble.
-A lo largo de su carrera ha estado al frente de importantes orquestas en el mundo, ¿qué le pareció esta vez poder tomar la batuta para dirigir a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela?
-Es algo increíble porque por la estructura de los núcleos, la música se va gestando en el niño desde sus inicios y de alguna manera en esa formación, cuando el músico llega a una orquesta como la Simón Bolívar, tiene todos estos efectos musicales tan internalizados dentro de sí, que permiten crear un resultado que es increíble. Obras por ejemplo como la Sinfonía N° 5 en Sib Mayor, de Serguéi Prokofiev, que requiere extremada dificultad técnica y de mucho virtuosismo, los integrantes de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, la hacen de manera increíble, y además de eso, tienen una calidez, una apertura, e incluso durante uno de los ensayos, les dije que verdaderamente sonaban como la Filarmónica de Berlín, y se debe a esa misma cualidad y apertura desarrollada hacia la música, y lo sensible que son internamente cada uno de los artistas.
-Compartió de cerca con los músicos en formación de El Sistema, ¿qué siente que logró al impartir conocimientos a estos estudiantes en las clases magistrales y qué le dejaron ellos a usted?
-Generalmente en las clases magistrales, un director busca impartir conocimientos sobre la experiencia musical. Les compartí lo que he aprendido a través de mi carrera. Además de transmitirles la importancia del entendimiento de la música a un nivel profundo. Asimismo, mostré esas pequeñas cosas que están contempladas dentro de la parte musical y cómo las pueden transmitir de la manera más efectiva posible.
De los músicos en formación recibí esa increíble energía abrasadora, a través de la cual me nutrí, y que de alguna forma me ayuda a construir musicalmente lo que se necesita.
-¿Ha visto algo como El Sistema en su larga trayectoria en el mundo?
-Como El Sistema, no, porque si bien hay programas orquestales para jóvenes y niños en algunos países, en Alemania hay por lo menos en alguno, pero no hay ninguno en el que la música se desarrolle desde la infancia, o sea un programa que busque desarrollar al niño progresivamente hasta la etapa adolescente, eso solo lo hay aquí.
La visita de leyendas de la música como el maestro y Caballero de la Selecta Légion d’honneur, Commandeur des Arts et des Lettres, fortalecen el alcance en el mundo del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.