El Sistema llevó esperanza a Fukushima
En Soma, en la zona que hace dos años fue azotada por un tsunami, se creó el primer núcleo de El Sistema en Japón, basado enteramente en el modelo propuesto por José Antonio Abreu en Venezuela
Luego de que en 2011 perdieran a familiares y amigos a causa del tsunami que azotó la costa de la Prefectura de Fukushima, en Japón, los 100 niños de la Orquesta Infantil de Soma recuperaron las ganas de seguir gracias a la música. Yutaka Kikugawa, gracias a la recomendación del cornista de la Filarmónica de Berlín, Fergus McWilliam, llevó a estas tierras el modelo creado hace 38 años por el maestro José Antonio Abreu para que los «ayudara a sobrevivir» ante tanta tragedia. Y lo han conseguido con la instalación en Soma del primer núcleo de El Sistema en Japón, que arrancó con apenas 20 niños el 23 marzo de 2013, gracias a la colaboración del maestro venezolano Frank Di Polo.
Hoy, este centenar de niños y jóvenes, entre 5 y 17 años, han logrado no sólo aprender a tocar el violín, la viola y el violonchelo, gracias al trabajo de la única maestra de cuerdas de la institución, Asaka Suto, sino que además formar parte de El Sistema les ha devuelto la sonrisa. Así lo cree la estudiante del núcleo Ayano Nakagawa, de 12 años. «Definitivamente, unir la música con los niños es una experiencia maravillosa. La música me ha rescatado y me ha permitido disfrutar de la alegría de vivir. Hasta pienso en ser maestra de música», asegura la integrante del núcleo que se encuentra ubicado en la Sakuragaoka Primary School de Soma.
Esa alegría fue compartida el domingo 13 de octubre con los músicos venezolanos del Cuarteto Libertadores, Ollantay Vásquez y Eddie Cordero (violín), Otto Rodríguez (viola), y José David Márquez (violonchelo), quienes ofrecieron un recital a los niños del núcleo, junto a la pianista Mami Hagiwara, y formaron parte de una clase magistral, conducida por Yohei Asaoka, director de cuerdas de la Orquesta Infantil de El Sistema Japón.
«El maestro Abreu siempre lo dice: ‘El Sistema posee la herramienta más poderosa que tiene el ser humano: la música. Eso transforma al niño que está desesperanzado. En esta oportunidad estamos en Japón, que fue víctima de un desastre natural. No importa a cuál país vayamos, al final sea donde sea la música tiene sentido. Ves en estos chicos una esperanza que habla por sí sola», apunta Ollantay Vásquez miembro del cuarteto que ha llevado a cabo en los últimos meses una labor social en diversas partes del mundo en nombre de El Sistema.
Con atención y emoción, los chicos de Soma escucharon la interpretación del Cuarteto Libertadores de las piezas Cuarteto Número 11, Op. 95, de Ludwig van Beethoven; Senor Mouse, de Chick Corea; Skylife, de David Balakrishnan; y el Quinteto en fa menor para piano y cuerdas, de César Franck, que ejecutaron junto a Mami Hagiwara. “Sencillamente, la música ya puede sanar a los niños, y este tipo de prácticas los ayuda mucho”, afirmó el director de la escuela de Soma, Koji Ota, quien aseguró que varios de los chicos huérfanos fueron adoptados por familiares de la zona. Al finalizar el recital, los integrantes del cuarteto se unieron a los de la Orquesta Infantil de Soma para ejecutar el Doble concierto para violín en la menor, de Antonio Vivaldi.
“Estamos aquí observando una muestra de cómo la música trae esperanzas. Y hoy, Soma tiene de sobra. Soma ha asumido el proyecto de expansión de El Sistema y tienen intenciones de crecer. Se han encontrado en grupo a través de la música. Ya se pueden escuchar los primeros acordes. Se está exportando asistencia técnica para Japón. A principios de febrero de 2014 estaremos trayendo profesores venezolanos. El director Joshua Dos Santos va estar compartiendo con estos chicos”, explicó Eduardo Méndez, director ejecutivo de la Fundación Musical Simón Bolívar, ente rector del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, adscrita al Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela. Con este encuentro, se sigue demostrando que los “los niños y jóvenes venezolanos triunfan con la música”, lema que ha acompañado a la institución durante la celebración de su 38 aniversario, y que también es posible con niños de otras latitudes.