Karin Lechner: “La música nutre y hace crecer en todos los sentidos”
La pianista argentina, criada en Venezuela, regresa al país para presentarse este domingo, 11 de marzo de 2015, a las 11:00 am, en la Sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música, en Quebrada Honda. Será dirigida por Joshua Dos Santos, en compañía de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela
Karin Lechner vuelve a sus raíces. Nacida en Buenos Aires, Argentina, la pianista pasó sus años de niñez en Venezuela. Fue aquí en donde hizo su primera aparición en público, bajo las enseñanzas de su madre Lyl Tiempo, cuando apenas tenía cinco años. También fue en Venezuela en donde debutó con una orquesta a los 11. La también hija de Jorge Lechner nunca ha dejado de incluir al país en su agenda, por lo cual este domingo, 22 de marzo, volverá a los escenarios caraqueños, a las 5:00 pm, en el Centro Nacional de Acción Social por la Música. Allí interpretará, junto a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, el Concierto para Piano y Orquesta N° 23 en La Mayor, K. 488, de Wolfgang Amadeus Mozart, bajo la dirección de Joshua Dos Santos.
1. Su madre, Lyl Tiempo, fundó una escuela de piano. ¿Piensa usted seguir su legado?
Mi madre es única en el mundo. Su imaginación no tiene límites. Su vocación desde adolescente y su gran amor por los niños han dado resultados asombrosos. Ha encontrado y ha despertado el potencial de cada niño. Todo esto, y mucho más, me llenan de admiración. Mi camino va por el lado de la interpretación. Es tanta la música por hacer y descubrir, que además me interesa la dirección, la música de cámara….
2. ¿Cuánto pesa el apellido de su familia dentro de su carrera musical?
Mi apellido es Lechner. Mi padre (Jorge Lechner) fue también pianista, trabajó en el Teatro Colón, de Argentina, en la ópera como maestro interno, con cantantes. Al final de su corta vida fue director de orquesta. De niña yo escuché todo tipo de música. Cuando fui actriz en Venezuela (Sopotocientos, programa infantil que se transmitía en Venezuela en los años 70) mi apellido fue Paz. Me pidieron que cambiara mi apellido, pues el mío no era fácil de pronunciar. Así que pasé a llamarme Karin Paz.
3. Su primer disco lo grabó cuando apenas tenía 13 años. Su pequeña hija, Natasha Binder, sigue sus pasos. ¿Es natural en su familia que desde muy pequeños comiencen a ver la música como la mejor forma de vivir?
Supongo que es natural querer tocar el piano cuando se oye piano el día entero en la casa. Incluso, cuando amigos músicos venían a casa y tocaban a cualquier hora. El entorno estimula. La música nutre, acompaña y hace crecer en todos los sentidos. Es una suerte que sea parte de nuestras vidas, que nos podamos beneficiar de ella, y a la vez dar a otros placer al compartirla.
4. Aunque nació en Buenos Aires, pasó gran tiempo de su niñez en Venezuela. ¿Qué significa volver a Caracas a presentarse ante el público venezolano?
Me encanta volver a Venezuela. Me encanta la gente, el calor tanto climático como humano. ¡Y sobre todo la forma que tienen de hacer música! Son mis raíces.
5. Va a interpretar el Concierto para Piano y Orquesta N° 23 de Mozart ¿Tiene algún significado para usted esta obra?
Fue una elección muy difícil. Mozart escribió 23 conciertos, los tocó casi todos, y todos me gustan. Para decidirme le pedí ayuda a Joshua Dos Santos, con quien interpreté el Concierto para piano N° 2, de Ludwig van Beethoven hace casi cuatro años, y con quien tuve una gran complicidad musical. A él le gusta mucho este concierto, cuyo segundo movimiento es tan bello. A mí me recuerda a mi gran amiga Edith Peña, alumna de mi madre, quien lo tocaba tan hermoso desde que era niña.
6. ¿Cómo va su carrera como directora?
Sigo muy interesada y pendiente de cada oportunidad que se presenta para escuchar y ver ensayos de grandes directores. Espero en esta ocasión aprender mirando a Joshua. Tengo gran admiración por el movimiento de José Antonio Abreu y la gran producción de directores talentosos. Tengo proyectos que se concretarán en algún momento…