Lila Vivas: “Interpretar el concierto para violín de Beethoven significa alcanzar la cima del Everest”
Inmersa en una cotidianidad que gira 99% en torno a la música, la joven músico, integrante y concertino de la Orquesta Sinfónica Teresa Carreño celebró un nuevo cumpleaños rodeada de su familia de El Sistema. Emocionada y ansiosa, la violinista aceptó retratar su personalidad en medio de su preparación para interpretar, por segunda vez, una de las obras fundamentales en su carrera
Frescura, vitalidad y carácter, definen a Lila Vivas, una de las más destacadas violinistas venezolanas, integrante y concertino de la Orquesta Sinfónica Teresa Carreño. La preparación para interpretar, por segunda vez, el Concierto para violín y Orquesta en Re Mayor de Beethoven, acaparó su día para la celebración de un nuevo cumpleaños. Pero esta no es una situación nueva para ella, ya que está habituada a festejar rodeada de su familia dentro del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.
Se hizo notorio que esta joven artista estaba feliz de encontrarse en medio de uno de sus más importantes retos, pues su cotidianidad gira un 99% en torno a la música. Así que tras revelar en tono desenfadado y con una franca sonrisa que ese mismo día soplaría las velas para dar la bienvenida a un año más de vida, consintió en separarse de su instrumento por unos minutos, para sentarse a conversar sobre el concierto en ciernes e iniciar una suerte de fiesta anecdótica, cargada de sus preferencias interpretativas y también de sus angustias del pre y post concierto.
Estar de nuevo en la Sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música (La Sede) acompañada por la Orquesta Sinfónica Teresa Carreño y bajo la dirección del maestro Christian Vásquez enfocó la agenda de Lila Vivas exclusivamente en la preparación para el sábado 15 de octubre. Ese día demostraría nuevamente cómo logró su lugar dentro de la OSTC, agrupación con la que ha recogido innumerables aplausos y ha tenido sus más grandes logros.
“Interpretar esta obra significa para mí alcanzar la cima del Everest. Es el cielo porque es la cúspide del repertorio musical violinístico. Es un reto enorme que implica concentración y memoria para lograr una impecable ejecución. Expresa las distintas caras de Beethoven, sus cambios de humor, emociones y estados de ánimo. Es una pieza que conmueve”, describió la solista.
La violinista creció, como muchos de sus compañeros, dentro de un núcleo. En su caso aprendió a tocar su instrumento en el Centro Académico de Montalbán. “Todo mi mundo tiene que ver con la música. Mi papá toca cuatro y percusión, mi mamá canta, mi hermano mayor es chelista, mi novio es violista y la mayoría de mis amigos son integrantes de El Sistema”, destacó la artista.
-¿Por qué elegiste el violín como tu instrumento?
-Para ser franca, no fue mi decisión. Simplemente apareció, nos llevamos bien y nos entendimos- risas. -Los profesores Rubén Cova y Susan Siman fueron quienes me iniciaron en la música académica y pensaron que por mi contextura física, el violín era el instrumento que debía ejecutar.
-¿De la música clásica, cuáles son esos autores que te gusta interpretar, por un motivo humano, y no sólo por cumplir con el repertorio?
-Sin duda, Beethoven. Su concierto, sus sonatas y sus sinfonías para violín, así como sus cuartetos de cuerdas, los considero como una joya. Me mueve este autor porque para mí es uno de los más completos musicalmente hablando. Sus obras están impregnadas de una extraordinaria sensibilidad.
-¿Cuál ha sido esa pieza que más te ha costado aprender, por su grado de dificultad?
-Las Sonatas y partitas para violín de Bach. Son varias piezas y constituyen las obras más difíciles por el período en que se escribieron. En la época barroca los instrumentos eran diferentes y la manera de ejecutar era muy distinta a la de ahora. Bach, también fue clavecinista, por lo que escribía con la visión del pianista, esto aumenta el grado de dificultad para interpretar sus piezas. En el 2014, toqué la Sonata N° 2 para violín de Bach y además de dolores de cabeza, me dio dolor de estómago. Me despertaba a media noche pensando en los compases. También iba por la calle dándole a los dedos, porque uno nunca deja de estudiar – risas.
-¿Cuál es tu dinámica de estudio? ¿Cómo te relacionas con la obra antes de comenzar a ejecutarla?
-Primero la escucho muchísimo, porque hay que conocer el juego que se genera entre el violín con la orquesta en general. Luego la analizo desde lo histórico, armónico, melódico y estructural, para finalmente imprimirle mi sello como intérprete en cada movimiento.
-Luego de conocer el instrumento y haber alcanzado una madurez en su interpretación, ¿qué sentimientos te mueven a seguir tocando el violín?
-No lo cambiaría por otro instrumento porque es como un hijo para mí y está por encima de todo. Sin embargo, cuando puedo toco cuatro y me gustaría aprender a tocar piano y trompeta.
La Mayor para Venezuela
-El Sistema es una referencia importante en el mundo en cuanto a disciplina y sensibilidad social. Como artista integrante de la institución, ¿qué aportarías a tu comunidad y a las nuevas generaciones de músicos?
-Continuar ejerciendo la docencia creo que sería uno de mis mayores aportes. Actualmente doy clases a cuatro estudiantes de violín del Núcleo La Rinconada. También los músicos debemos contribuir conformando cuartetos, orquestas de cámara y grupos populares. No debemos quedarnos detrás de un atril porque El Sistema salva vidas a través de la educación musical y crea mejores personas.
-Alguna anécdota como violinista que quisieras compartir
En el 2010 fue la primera vez que salimos de gira con la Orquesta Sinfónica Teresa Carreño. Recuerdo que tocamos en los mejores teatros de Europa. Nuestro primer concierto fue en Alemania, en el Festival de Beethoven. Nunca olvidaré que cuando terminamos de tocar el maestro Abreu nos abrazó a todos, entre lágrimas de felicidad. Fue un momento emotivo en mi vida como artista.
-¿Cuáles son tus expectativas sobre tu carrera como violinista?
-Mis aspiraciones radican en continuar desarrollándome como intérprete. Gracias a Dios en Venezuela tenemos la dicha de estar desbordados de orquestas y la oportunidad de hacer música en cada rinconcito del país.
-¿Qué has dejado de hacer por estar entregada gran parte del día a ensayos y a labores musicales? ¿Qué te diferencia de la gente de tu generación?
-No me he perdido de nada, al contrario, he ganado mucho. Personas cercanas me manifiestan que se sienten orgullosas de mí, por haber sabido desde niña que la música sería mi vocación de vida. Definitivamente es una bendición haber encontrado mi norte desde tan joven.
-Además de la música ¿qué otra actividad realizas en tu cotidianidad?
-Subo el Ávila algunos domingos y leo obras de teatro. Me encanta Don Juan de Moliére y Romeo y Julieta de Shakespeare.
-¿Cuál sería tu mensaje de inspiración para la juventud venezolana?
-Cuando hay disciplina, voluntad y metas a corto, mediano y largo plazo, no hay otros caminos a donde ir, porque es lo que te impulsará. Siempre que haya un esfuerzo habrá una recompensa y es lo que tiene más valor.
-¿Cuáles son los acordes del violín que se parecen a Venezuela?
-Yo quiero ser optimista. La definiría con un acorde de La Mayor, porque es lo más violinístico que hay, además porque suena abierto, tiene cuerdas al aire y es un sonido brillante que gusta siempre. Es una tonalidad alegre y quiero quedarme con esa imagen de que Venezuela es alegre, su gente es alegre y que para todo tenemos un chiste. Es mejor que te salgan arrugas por reírte que por llorar- de nuevos risas.
Portaretrato.
*Lila Vivas inició sus estudios musicales en el Centro Académico Infantil de Montalbán a los seis años.
*Es egresada de la Universidad Nacional Experimental de las Artes como Licenciada en Música, mención Ejecución Instrumental.
*Participó en los concursos nacionales de Violín “Maurice Hasson” y en el “Juan Bautista Plaza”, obteniendo en ambos el 2do lugar.
*También ha interpretado como solista el Concierto de Brahms, Concierto N°1 de Prokófiev, el Concierto N° 3 y la Introducción y Rondo Caprichoso de Camille Saint-Saens, el Concierto N° 1 de Max Bruch y de Mendelssohn, así como la Sinfonía Española de Edouard Lalo y Aires Gitanos de Pablo Sarasate
*Recientemente, participó como profesora invitada por la CAF en conjunto con El Sistema de Orquestas venezolano, en la misión Música para crecer, llevada a cabo en la ciudad de Luque, Paraguay
*Desde el año 2010 forma parte del Cuarteto de cuerdas “Teresa Carreño”, agrupación con la que se presentó en la Sala de Conciertos de cámara del Beethoven Haus, en Bonn-Alemania y en el festival de música de cámara del Palacio de Esterházy, Austria. También ha realizado giras internacionales presentándose en países como Alemania, Austria, España, Reino Unido, Holanda, Francia, Liechtenstein, Noruega, Italia y dos naciones del continente asiático.