Mi mejor legado es la enseñanza que le puedo dejar a quienes he formado
José Scolaro es parte de la fila de primeros violines de la Sinfónica Simón Bolívar (SSB), orquesta a la que ingresó hace 37 años. Oriundo de Ciudad Bolívar señala que para todos los integrantes de El Sistema, a nivel nacional, ingresar a la orquesta pionera es un reto, un sueño a alcanzar. Reconoce que él no es la excepción
“Recibir la noticia de que había ingresado en la SSB representó para mí un momento de profunda emoción, solo tenía 17 años de edad. Logré ese sueño que todos los muchachos de El Sistema quieren alcanzar”, comentó José Scolaro, miembro de la fila de primeros violines de la Sinfónica Simón Bolívar (SSB), orquesta que acaba de celebrar cuatro décadas de labor artística.
Asegura que no solo la emoción lo embargó en ese momento. “Me invadió un profundo sentimiento de responsabilidad por formar parte de nada más y nada menos que de la orquesta cumbre de El Sistema, considerada en ese momento la gran orquesta del país junto con la Sinfónica de Venezuela”, continuó relatando el músico oriundo de Ciudad Bolívar, quien ingresó a la agrupación pionera del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela hace 37 años.
Afirma que la alegría y la responsabilidad se fundieron para convertirse en un profundo respeto. “El gran secreto de mi larga permanencia en esta orquesta es el respeto hacia una institución que has amado toda tu vida”. Afirma que está tan enamorado de La Pionera, como se conoce a la SSB, igual que el primer día.
Reconoce que separarse de su hogar y su familia a tan corta edad fue difícil pero lo tomó como una oportunidad de crecimiento. Deja un mensaje a los más jóvenes, a esa generación de relevo: “Nunca dejen de luchar por los sueños que tienen. El límite se lo pone cada uno. Si tu sueño es alto lucha arduamente por él, ve y realízalo, no te detengas por la distancia, por la separación de tu familia. Por nada”.
Arraigo y amor
Scolaro quien compartió con el Maestro José Antonio Abreu, afirma que la SSB era su niña consentida. “Él nos enseñó a amarla conforme la creaba. Nos inculcó el valor del respeto y del amor que se debe sentir por lo que representa la SSB”, dice.
Recuerda que cada interacción con el Maestro Abreu era un aprendizaje que fomentaba la unión de los músicos con su orquesta. “Él nos dejó algo muy importante que es un profundo sentimiento de arraigo y de amor por nuestra orquesta, y por nuestra institución. Destaca que esos sentimientos conducen a la protección y el enaltecimiento de eso que se ama para garantizar su continuación en el tiempo.
Sostiene que se siente afortunado por todos los momentos vividos dentro de La Pionera, pero resalta los compartidos con el Maestro José Antonio Abreu. “Fuimos una generación privilegiada, nos formó directamente su fundador y creador”, destaca.
Añade también como recuerdos que atesora los tiempos con el maestro Eduardo Mata. “Dejó una huella muy profunda en nosotros. Con él tuvimos la experiencia de escenarios internacionales de alto vuelo, de hacer programas ambiciosos del repertorio orquestal. Lamentablemente partió temprano”, afirma.
Experiencia satisfactoria
El violinista afirma que el legado que deja a la SSB, además de la entrega y dedicación que aporta en cada concierto, está vinculado a su labor pedagógica.
“El Sistema me ha brindado la maravillosa oportunidad de ser docente. He tenido la satisfacción de formar muchos jóvenes y niños, tanto en las orquestas infantiles como en diversos núcleos en los cuales he tenido la oportunidad de trabajar”.
Enfatiza que el mejor legado que se puede dejar a la institución y a Venezuela es la enseñanza y el conocimiento que se transmite a cada uno de quienes aprenden a hacer música. “Es la mejor forma de garantizar en ellos la continuación de la gran obra del Maestro Abreu”, dice.
Asegura que la SSB es su vida y que no se imagina estar sin en ella. “Cada concierto es para mí una ilusión, cada concierto es un reto, una experiencia nueva”. Advierte que debe ser así pues no es posible “ser apáticos o fríos ante lo que representa el privilegio de ser músicos o ser artistas”.
José Scolaro considera que su labor se cumple si logra, “dejar en cada muchacho que he tenido el privilegio de educar, las herramientas para que se conviertan en dignos representantes y herederos de las personas que inevitablemente tenemos que empezar a ceder espacios”. Destaca que espera que ese legado vaya más allá de lo musical, para que los jóvenes entiendan el rol que tienen en el desarrollo del país y de su cultura.
Honrar la labor de los maestros de la SSB es el mayor orgullo del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.