Pacho Flores: “El Sistema es una muestra del país que queremos”
El maestro regresó a Venezuela para ofrecer un concierto y dictar clases magistrales en el Centro Nacional de Acción Social por la Música. Este sábado, a las 5:00 p. m., hará la última presentación, con entrada libre, junto al Ensamble de Metales de Venezuela, en el Centro Cultural BOD
Prensa El Sistema
Pacho Flores nos recibe en una sala de ensayo del Centro Nacional de Acción Social por la Música. Se levanta del piano y, después de un saludo afectuoso, dice entre risas: “yo el acento gocho no lo tengo, lo arrastro”. El consagrado trompetista venezolano salió de su natal San Cristóbal a los 15 años de edad. Vivió en Caracas durante 17 años y ya tiene una década establecido en Valencia, España.
Además del acento, de la idiosincrasia andina, conserva el levantarse temprano. Aprecia el sonido de la tranquilidad, confiesa y afirma que madrugar para él es fundamental para aprovechar el tiempo con su hijo que ahora tiene 6 años de edad.
Pero eso no es solo lo que lleva de sus orígenes: las melodías de Los Andes se cuelan en sus composiciones. “Conservo el apego a la tierra y eso se nota en mis composiciones, me sale mucho, por ejemplo, cuando incorporo un vals marcadamente andino. También nosotros en Los Andes hemos sido básicamente una región formadora de instrumentistas de viento. Además, en mi casa cocino comida andina”, se apresura a agregar.
Este sábado, a las 4:00 p. m., ofrecerá un concierto, con entrada libre, junto al Ensamble de Metales de Venezuela, en el Centro Cultural BOD. El programa cuenta con dos obras de su autoría, Musas y Resuello (versión actualizada en 2023) y Morocota, las cuales se encontrarán acompañadas de un variado repertorio y de sorpresas musicales.
El Sistema
Cuanto tenía 7 años de edad, Pacho Flores se obsesionó con la trompeta. A los 11, decidió con firmeza que la música sería su camino. Durante esos años estuvo rodeado de músicos hasta 50 años mayores que él. A los 15 años, un encuentro definió su destino: el Maestro José Antonio Abreu se dio cuenta de que Flores estaba más preparado que otros muchachos de su edad. “El Maestro Abreu me ayudó a comprender que tenía que ir un paso más adelante, que tenía que organizar y estructurar académicamente todo lo que ya me estaba saliendo de forma natural”, explica.
-Además de ayudarlo a entender que tenía que darle formalidad a su talento ¿qué siente que el Maestro Abreu dejó en usted?
– Aprender a soñar, el saber que el sueño es el principio de la realidad. Eso es lo que yo creo que fue lo que más se me grabó, saber que no hay imposibles. También que un fracaso se puede volver una gran oportunidad, no desesperarse, sino tomar los retos con dignidad.
-¿Cómo ve el nivel artístico de El Sistema?
– Hay un cambio generacional, me he quedado impresionado porque hay un renacimiento. La diáspora ha influido en ese cambio, sin embargo, el legado del Maestro Abreu se ve, somos músicos 24 horas en pensamiento y alma. Veo una generación de jóvenes comprometida, me quedé impresionado con la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta. El Sistema es una muestra del país que queremos, más de un millón de jóvenes se están formando en sus filas, eso es algo extraordinario. Al Maestro Abreu, el sueño se le escapó de las manos.
El equilibrio es la base
Aún ve la trompeta con la ilusión de un niño, confiesa. “Me emociona aprender todos los días, calentar, llegar preparado a los ensayos. Eso necesita tiempo real, no atajos”. Se enfoca en superarse a sí mismo. El éxito no lo ha avasallado.
-El año pasado, en una entrevista, lo definieron como “una estrella con el ego enjaulado”. Con tantos premios, logros, más de un centenar de conciertos al año ¿cómo hace para mantener el ego enjaulado?
– Cada vez lo aprendo más. Yo creo que soy una persona que tiene mucho ego y se demuestra en la forma como lo canalizo, en las cosas que quiero hacer. Por ejemplo, soy muy perseverante y le doy a las cosas hasta que me salen. Creo en el ego, pero para la autosuperación, para eso es bueno. Y aunque los seres humanos a veces somos de hábitos, creo que el ego es lo que me dice que no es posible decir “no puedo” y así siempre le doy oportunidad a las cosas nuevas. Yo me la paso saliendo de la zona de confort.
-¿Cómo le enseña eso a los más jóvenes?
– Hay que transmitirlo porque los muchachos tienen que saber que detrás de todo tiene que existir un contenido. Es natural querer mostrar lo bonito, pero eso es una capa superficial. Ellos se dan cuenta de que uno tiene que trabajar mucho para aprender. A los estudiantes les gusta escuchar tus historias porque los éxitos son cinco o seis cositas, pero son solo la parte bonita, hay una historia detrás de todo.
-Usted puede llegar a dar más de 120 conciertos en un año, eso es un tercio del año sobre los escenarios, además tiene a su familia, su hijo pequeño, ¿cómo consigue el balance?
– Con mucho esfuerzo. He llegado de vuelos largos, aterrizo a las 6:00 de la mañana, agarro mi maleta y me voy directo a la casa, donde mi hijo me está esperando para dejarlo en el colegio. Hay viajes que mi esposa y mi hijo hacen conmigo porque si no estaría todo el tiempo fuera de casa sin el calor de mi familia.
Mantener contacto con los músicos formados en El Sistema, inspira a los más jóvenes a perseverar y continuar con el legado del Maestro Abreu, fundador del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela