PNIS promueve el cuento musical como método de estimulación especial
La escenificación ofrecida en la Sala Fedora Alemán, del Cnaspm, sirvió para ilustrar los resultados del taller realizado en los núcleos de El Paraíso, La Rinconada y San Antonio de los Altos, además contó con la participación de niños diagnosticados con trastorno del espectro autista
Con una presentación del cuento musical La granja frutal, el Programa Nuevos Integrantes del Sistema (PNIS), del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, dio cierre a los talleres que durante dos meses se llevaron a cabo en los núcleos de El Paraíso, La Rinconada y San Antonio de los Altos para ofrecer estimulación auditiva, corporal y sensorial a niños de cero a tres años, y a otro grupo de seis a diez años, algunos diagnosticados con trastorno del espectro autista.
La actividad, que tuvo lugar en la Sala Fedora Alemán del Centro Nacional de Acción Social por la Música (Cnaspm), fue la antesala para celebrar el Día del Niño, que será el próximo 16 julio. En el escenario, convertido en un colorido establo de granja, participaron 60 niños. Los más pequeños junto a sus padres representaban frutas como el cambur, el coco, la piña, la naranja, la manzana, la fresa y la patilla, entre otras, y los más grandecitos, pertenecientes a la Unidad de Autismo de la Maternidad Concepción Palacios, hacían las veces de pollitos y conejitos.
En esta oportunidad la profesora Michelle Ramírez, docente del PNIS, fue la creadora de la historia musical infantil centrada en un mensaje ambientalista. La representación ofreció gran colorido, ya que los personajes y sus vestimentas fueron elaborados con materiales de reciclaje. Además de los niños, los padres se integraron cantando durante los 40 minutos que duró la obra, para reforzar el trabajo ideado por los docentes.
Durante este encuentro, el Programa Nuevos Integrantes de El Sistema también dio a conocer el módulo Patuque Musical, un novedoso concepto pedagógico que consiste en una intervención pictórica libre de los niños, cuyas obras luego son mostradas a todos en una exposición de dibujos.
Leonardo Méndez, gerente nacional de Integración Social, instancia que agrupa al Programa Nuevos Integrantes de Educación Especial y al Programa de Atención Hospitalaria, recordó que el PNIS logra acercar al bebé y a su familia a la música, desde el embarazo hasta los tres años de edad. “Nuestra intención es promover la música como herramienta social de forma lúdica y con contenido académico”.
Por su parte, Anuska Hernández, profesora del Programa de Educación Especial de El Sistema, expresó que “esta experiencia significa calidad de vida y la satisfacción del trabajo en equipo”. Mientras que Santiago Báez, coordinador de la Unidad de Autismo de la Maternidad Concepción Palacios, explicó que esta iniciativa contribuye a que los niños aprendan a conocer su cuerpo, a lograr mayor atención, mejor concentración y a integrarse socialmente.
“Este tipo de programas permite que los niños se integren más a la comunidad y la retroalimentación es importante a través de los aplausos”, destacó el docente, quien informó que desde el pasado mes de abril se benefician, en la mencionada Unidad de Autismo, alrededor de 25 niños de El Paraíso, San Martín, Carapita y Petare.
Y los padres felices
Taily Maza, mamá de José Ángel Gezver, de 8 años de edad, diagnosticado con Asperger de Alto Funcionamiento, expresó: “Es una iniciativa excelente. Esta actividad lo motiva y le ha servido como una gran terapia. Además descubrió que tiene inclinaciones musicales. ¡Hoy mi hijo se desbordó de felicidad! Y eso me contenta porque es muy tímido y le cuesta socializar, aunque es muy inteligente, y si le brindas la oportunidad de conocerlo te darás cuenta de que es cariñoso y se lleva muy bien con sus compañeros y docentes. Gracias al PNIS hace sonidos con la boca, presta más atención y está más pendiente de los sonidos del ambiente que antes lo aturdían”.
También Ninibeth Santos, mamá de Juan David Durán, de apenas un año, y quien está inscrito en el Núcleo El Paraíso, comentó los resultados del taller. “Juan David asiste a estas actividades desde que tenía tres meses y lo han ayudado a ser más tranquilo y sociable. Desde hace 8 meses está en El Sistema y ahora juega y se ríe muchísimo. Le gustan los instrumentos de percusión. Este es su primer encuentro con público y se comportó de maravilla. Invito a las madres para que se integren al Programa Nuevos Integrantes del Sistema, porque los bebés reciben gran estimulación desde el vientre materno. Escuchan y sienten los sonidos. Es importante que entren desde niños, porque se van acostumbrando y al crecer, pueden tener la opción de entrar a un núcleo y decidir si serán instrumentistas o cantantes. Su papá es fagotista y da clases de Lenguaje Musical en el Núcleo del Seniat, en Plaza Venezuela”.
Todas estas iniciativas de educación para niños con necesidades especiales son apoyadas por el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, a través de la Fundación Musical Simón Bolívar, su ente rector y adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de Presidencia y Seguimiento de la Gestión Gubernamental.