Siempre presente José Antonio Abreu, creador de oportunidades

A siete años de su desaparición física recordamos al Maestro Abreu con una escultura creada por el novel artista carabobeño Josué Benjamín Figueroa, que da la bienvenida a quienes visitan el Centro Nacional de Acción Social por la Música, sede principal de El Sistema.
José Antonio Abreu, fundador del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, también músico, compositor, director de orquestas, maestro, economista y activista venezolano, dedicó su vida a transformar la sociedad a través de la música. Su propuesta, que permanece hasta hoy, consiste en ofrecer oportunidades a todos los niños, niñas y jóvenes pertenecientes a la población más humilde y con bajo acceso a la educación musical.
A siete años de su partida física, continúa viviendo a través de su gran legado “Música para todos”, que prioriza el desarrollo humano y social por medio de la educación musical gratuita. Gracias a su éxito ha sido un modelo replicado en más de 70 países.
Este año, la organización cumple su 50 Aniversario, y ha realizado diversos eventos para celebrarlo. El más reciente fue la triunfal Expo El Sistema, espacio que permitió al público adentrarse en la metodología de la institución y ofrecer música de distintos géneros al público venezolano, que además fue el ámbito ideal para desvelar una pieza muy especial creada por el carabobeño Josué Benjamín Figueroa maravilló al público.
Un grande inmortal
El joven artista de 15 años emprendió una búsqueda para crear piezas únicas que representen un hito importante para el país y el mundo. Así se encontró con el legado del fundador de El Sistema.
“Hice la escultura muy inspirado. Surgió como un proyecto personal, pensé en una persona muy querida en Venezuela, una persona que haya marcado un legado e inspirado a muchos jóvenes; la mejor opción fue el gran Maestro José Antonio Abreu”.
Josué Benjamín Figueroa describe su fuente de inspiración como aquel personaje que impulsó a miles de niños a cambiar el rumbo de sus vidas, para que consiguieran ser mejores personas e integraran la música como parte de su día a día.
La escultura está creada con resina reforzada con fibra de vidrio, un material resistente a cualquier tipo de clima, agua, sol y fuertes golpes. El artista explicó el largo, pero satisfactorio proceso de creación: “Primero se hace la escultura, seguidamente se realiza la estructura metálica y al estar completamente esculpida se lleva al taller donde un equipo la coloca en moldes para hacer cada una de las piezas en un material sólido y para finalizar se pone en una base metálica”.
Esta pieza se exhibe en el Centro Nacional de Acción Social por la Música, sede principal de El Sistema, comparte espacio con la cultura y con obras de grandes artistas como Jesús Soto y Carlos Cruz-Diez.
Se encuentra emplazada a las puertas de la Sala Simón Bolívar, sobre la Inducción Cromática a Doble Frecuencia –el piso colorido estampado– y al frente de algunos galardones que ha conseguido el Maestro Abreu y la institución.
El arte en todos sus ámbitos es una herramienta que fortalece y reafirma la dedicación, la constancia y la disciplina, valores que el Maestro Abreu inculcó en su gran proyecto: enseñar que la música es un estilo de vida y que “tocando, cantando y luchando” cualquier sueño es posible.