Tarcisio Barreto: «Cuando se entiende la filosofía de El Sistema, se comprende lo valioso que es para el país»
Nacido en Quibor, con 40 años de trayectoria musical y dedicados a la formación musical de los niños y jóvenes en Lara, Barreto visita Caracas para dirigir a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela este 1 y 8 de abril en el Centro Nacional de Acción Social por la Música
A los 10 años, Tarcisio Barreto ya estudiaba música en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela en Lara, su tierra natal. Un año después, él y otros violinistas del interior del país fueron seleccionados para participar en un curso de perfeccionamiento del instrumento en Niza, Francia. “Yo tenía poco tiempo con el instrumento y realmente no tocaba mucho violín. En la primera clase me di cuenta de que todos los participantes eran muy avanzados. Yo sólo era un niño y sentí que no sabía nada”.
El temor del niño era evidente. El maestro Abreu lo notó y le preguntó qué le ocurría; a lo que él contestó: “No sé qué hago aquí porque todos tocan mucho violín y yo no toco nada”. Las palabras de Abreu cambiaron su perspectiva. “No te trajimos aquí para que demostraras nada; te trajimos aquí para que aprendieras lo que hay que hacer en Venezuela, lo que hay que construir en nuestro país. Tú eres muy joven y puedes tocar muchísimo más que toda la gente que está aquí”.
Barreto, quien había dado sus primeros pasos como músico a los 5 años con su madre y su abuelo, ambos pianistas, confiesa que a partir de ese momento en Niza quedó grabado en su esencia que lo importante no es lo que uno se debe demostrar sino lo que se debe construir “El maestro nos mostró un camino distinto al tradicional; perfiló el trabajo musical en Venezuela de una manera totalmente distinta. Aquí no sólo podemos hacer música sino que nos preocupamos por la formación de los niños y jóvenes. Nos preocupamos por colaborar en construir una sociedad distinta; en hacer de la música un instrumento para la integración. Ese es el mejor de los aportes que uno puede dar, porque es preferible vivir un año ayudando a los demás es su crecimiento, que vivir una vida sin aportar nada”, dice Barreto, quien dirigió por de 15 años la Sinfónica de Lara y es el Director Ejecutivo del Conservatorio Vicente Emilio Sojo de Lara.
Cuando se le pregunta por los aportes que ha ofrecido a El Sistema, con mucha humildad y notorio agradecimiento dice indica que “El sistema nos aporta más a nosotros que lo que nosotros le aportamos a él. Cuando uno entiende la filosofía de este proyecto, la estructura con la que trabaja, entiende lo valioso que es para el país. Es querer construir y querer ser mejor. Además, cuando ves la sonrisa de un niño que pone sus expectativas en ti es muy gratificante. Es como tener millones de hijos y, quizá, ese el aporte que El Sistema me ha dado a mí. Por eso estaré por siempre agradecido. Ya tengo cuarenta años dentro de la institución. Prácticamente, ha sido mi vida. Soy cien por ciento músico y creo que mi vida la terminaré siendo músico”.
Esta semana Barreto se reencuentra con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, la pionera, con la que presentará dos obras de Beethoven. La Sinfonía N°7 y N°8 del compositor nacido en Bonn. “La Simón Bolívar es una orquesta extraordinaria. Para mí, es una hermosísima experiencia hacer esta música con ellos. Es un motor súper poderoso; cualquier cosa que uno le pide a la orquesta ella lo hace. Su prestigio no se lo ha ganado en vano. Es un lujo hacer Beethoven con una orquesta que lo toca maravillosamente”.
El viernes, 8 de abril, se encontrará con la segunda generación de esta orquesta para interpretar Alborada del Gracioso, versión para orquesta, de Maurice Ravel, y la Rapsodia Española para orquesta, del mismo compositor. Para finalizar, los músicos ejecutarán los poemas sinfónicos Las Fuentes de Roma y Los Pinos de Roma, de Ottorino Respighi.