Un espacio para la transformación y el rescate social a través de la música
Un entorno desfavorecedor puede ser cambiado a través de la práctica colectiva de la música y basado en esta premisa se creó el Programa Académico Penitenciario que en el Instituto Nacional de Orientación Femenina brinda formación musical a 151 integrantes
Prensa El Sistema
El aprendizaje, la integración y la transformación social son parte de los valores que definen a El Sistema, y que además de verse reflejada en las orquestas y coros, se multiplica a través de los distintos programas sociales que logran canalizar circunstancias con la práctica musical, y en este caso, las 151 integrantes del Programa Académico Penitenciario (PAP), que funciona en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), han conseguido herramientas, técnicas y apoyo humano que les ayuda a soñar con un futuro mejor.
Tras 16 años de trabajo en 15 centros penitenciarios, este programa ha logrado llegar a 17 mil privados de libertad a quienes, según estudios universitarios, ha impactado positivamente sus vidas, sumando a su carácter, autodisciplina, socialización y ha influido directamente en la disminución de los niveles de violencia.
Vivir de cerca los alcances del Programa Académico Penitenciario, reafirma el compromiso de El Sistema con la transformación social del país. A través de los integrantes y su testimonio se logra ver que la práctica colectiva de la música puede sumar valores y motivar nuevos intereses. Así lo comentó Desiré Chirinos, quien desde hace cinco años y 10 meses es parte del PAP, y ha desarrollado sus habilidades con el violín, instrumento del que no tenía nociones hasta integrar a las filas de El Sistema.
“El violín fue la elección que hice por motivos emocionales porque era el instrumento favorito de mi sobrino y yo dije: ‘si iba a estar en un lugar como este, tenía que tener la oportunidad de mostrarles a ellos que aquí también se podían aprender cosas positivas’, entonces me decidí por este instrumento que a ellos les llamaban la atención y para tener qué contarles cuando me comunico con ellos”, dijo la estudiante de violín Desiré Chirinos.
La conexión que se ha establecido entre los profesores del Programa Académico Penitenciario y las privadas de libertad del Instituto Nacional de Orientación Femenina hace que los logros se vean reflejados en que cada día se suman nuevas mujeres a este programa social de la institución musical, incluso con pocos meses en el lugar.
Una de las integrantes de nacionalidad alemana, Katharina Maichle, con tan solo cuatro meses en el PAP, comentó lo importante que ha sido culturalmente ser parte del Programa. Con su experiencia previa con la flauta decidió enfocarse en aprender un nuevo instrumento, por lo que tomó el violonchelo. Sin embargo, lo que más le ha gustado es poder conocer a Venezuela a través de su música.
“Empiezo a conocer también de la cultura, no solamente con las personas, sino también con los profesores que vienen de afuera y traen su experiencia, su música local de Venezuela como el Himno Nacional, el Alma Llanera, es música de aquí. Realmente espero poder progresar, aumentar el nivel y encontrar algo de disciplina. A pesar de las dificultades y del dolor y estar lejos de la familia, las decepciones, todo lo que uno pasa, uno se levanta en la mañana y va y trabaja y trabaja en la música”, expresó Maichle violonchelista del PAP.
Pese a las circunstancias en las que se encuentran estos integrantes de El Sistema, han logrado encontrar una luz con el trabajo que realizan en el PAP, en el que cuentan con el apoyo de coordinadores, profesores, utileros y todo el personal que hace posible el funcionamiento de los núcleos en los recintos penitenciarios.
“Me siento orgullosa de pertenecer al coro, no es el mejor lugar (la detención), pero estamos aprendiendo a ser mejores personas, ser aptos para la sociedad y para nuestros hijos para cuando salgamos. Quiero seguir en la orquesta con la ayuda de los profesores y quiero seguir cantando”, es parte del testimonio de la cantante Yuli Marisol Golding, quien tiene dos años en el PAP.
Muchas de las integrantes no poseen una formación musical previa, sin embargo no es un limitante para ser parte de la orquesta, el coro o la agrupación tradicional de este programa, incluso, algunas integrantes con escasos meses en las filas de El Sistema pudieron dar lo mejor con un repertorio representativo de la institución.
Las 151 estudiantes en formación del PAP comenzaron la muestra musical con el Himno Nacional Gloria al Bravo Pueblo de Vicente Salias y Juan José Landaeta, siguieron con el Himno a la Alegría, la Sinfonía Nº 9 de Ludwig van Beethoven. También demostraron su talento con obras de la música venezolana como Moliendo café de Hugo Blanco, Barlovento de Eduardo Serrano, Venezuela de Pablo Herrero Ibarz y José Luis Armenteros Sánchez, Alma Llanera de Pedro Elías Gutiérrez. La presentación la completaron con los temas Frenesí, Linda Barinas, Merengue del primer dedo y Viva Venezuela.
El poder motivador de aprender sobre la música se ve reflejado en testimonios como el de Iroccima Rengifo, percusionista con un año y medio en la orquesta, para quien es inspirador el hecho de aprender y alcanzar superarse en cada clase y, así, lograr dominar el ritmo , los silencios y el compás de la percusión, elementos que considera difícil.
“Como persona me llena de fuerza para continuar, es decir poder demostrarme ‘yo sí puedo’, porque hay ritmos que no son fáciles, llevar el tiempo, el compás eso es un poco complicado para los músicos, por lo menos a mí se me ha dificultado mucho lo que son los silencios, pero lo he logrado, entonces eso te fortalece, te hace decir ‘yo soy capaz de hacerlo’, y la constancia es lo que te enseña decir: ‘mira lo hice, lo logré’, es algo que te llena de valentía, de fortaleza de que puedes seguir adelante. Si puedo tocar este instrumento, puedo seguir adelante con algo más difícil, entonces no te pones límites ni nada te detiene, no le tienes miedo a nada”, expresó Rengifo.
La orquesta del INOF, integrada por cuerdas, vientos, maderas y percusión es dirigida por el maestro Guillermo Quintana, quien es parte fundamental en los avances de cada una de las integrantes, además del director del coro de voces claras, Lorenzo Pereira, quien es pieza clave para que muchas evolucionen su instrumento vocal. El Núcleo INOF esta bajo la coordinación de Norlis Suárez, quien cuenta con los formadores integrales Héctor Arias, Edymar García, Andrés Mirabal, Marifran Nieves, Jaime Vásquez, Jenny Girón, María Cordero, Asdrubal Díaz, Dayana García, Jorge Hernández, Carlos Latona, Sofía López y Ana Adrián Monterrey, además del personal obrero integrado por Jhon Landaeta, José Acosta Rodríguez, Yimer Ochoa, While Yance, Edwar Toro y Carlos Rodríguez. Todos ellos trabajan mancomunadamente con la Coordinadora Operativa del Programa Académico Penitenciario, Daniela Padrón.
El Programa Académico Penitenciario está basado en el modelo de máxima inclusión en el disfrute de la música, y la práctica grupal de esta, es capaz de ser una puerta para un cambio de vida y que desde su origen, en 2007, ha presentado 90 conciertos, algunos en el Teatro Teresa Carreño y otras salas del interior del país. El PAP sigue activo en 15 centros penitenciarios de distintas regiones de Venezuela, y con el que actualmente se benefician 708 privados de libertad.
Los programas ratifican la convicción social a través de la música que mueve al Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.