La Teresa Carreño y William Molina seguirán la batuta de Rubén Capriles
En el encuentro, que promete vigor, dramatismo y fuerza, interpretarán obras de Schumann, Bernstein y Stravinsky. La cita es el domingo 16 de junio en la sala Simón Bolívar del Centro de Acción Social por la Música
«Solamente en nuestros tiempos uno se puede dar el lujo de presentar en el escenario obras contemporáneas y distanciadas casi 100 años una de la otra», sentenció el maestro Rubén Capriles en una frase que esboza la versatilidad musical que podrá disfrutarse este domingo 16 de junio en la sala Simón Bolívar del Centro de Acción Social por la Música.
Con la Obertura Candide de Leonard Bernstein -obra llena de color, alegría y sátira- la Sinfónica Juvenil Teresa Carreño servirá la mesa para luego acompañar a uno de los violonchelistas de más trayectoria de El Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, William Molina, quien hará vibrar las notas intensas y profundas del Concierto para violonchelo y orquesta en la menor, op.129 de Robert Schumann.
«Este concierto está lleno de profunda espiritualidad», expuso el solista, quien explica que la tonalidad con la que trabajó el compositor alemán, le imprime dramatismo y tragedia a una obra que también «logra una orquestación y balance instrumental perfecto».
Esta propuesta sinfónica -que tendrá lugar a las 11 de la mañana- cerrará con la versión original (1911) de Petrushka, escenas burlescas en cuatro cuadros del ruso Igor Stravinsky, obra que para Capriles es profundamente inspiradora, gracias a su ambicioso manejo de timbre e integración de los actos, características que asegura, construyen un discurso único. «Es perfecta como cierre de lo que vamos a tener este domingo».
Además de este versátil repertorio, que Capriles y Molina compartan escenario, es un hecho trascendente para ambos, ya que gracias a su prolijo y experimentado transitar, siembran el legado «Tocar y Luchar» en diferentes latitudes y son algunos los años que tenían sin trabajar juntos. Capriles es director musical de la Baltimore Philarmonia Orchestra (EEUU) desde hace dos años, y Molina hace carrera artística y pedagógica en el país y fuera de él, desenvolviéndose como principal de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y director de la Academia Latinoamericana de Violonchelo.
Para director y solista la cita del domingo no solo es importante por reencontrar a dos compañeros del pasado, sino por sumarlos a esa «fuerza inspiradora» que -coinciden ambos- transmite el hacer música con las generaciones más jóvenes de El Sistema, que en este caso están representadas por la Sinfónica Teresa Carreño de Venezuela.