El Festival Latinoamericano de Música dice hasta luego
El domingo 25 de mayo, culminó la primera parte del XVIII Festival Latinoamericano de Música. El evento regresa en octubre para seguir celebrando los 60 años de la edición número uno de esta histórica cita musical. Alfredo Rugeles, director y organizador del festival, junto a la compositora Diana Arismendi, toma la batuta para decir hasta luego
El pasado sábado 24 de mayo de 2014, se llevó a cabo el octavo concierto del XVIII Festival Latinoamericano de Música. En la Sala Fedora Alemán, del Centro Nacional de Acción Social por la Música, el Ensamble Latinoamericano de Música Contemporánea Simón Bolívar, bajo la batuta del director invitado Raimundo Pineda, protagonizó un recital de música de música de cámara.
En el recital se estrenó la obra “a 5” para cinco piccolos, escrita apenas el año pasado por la compositora venezolana Adina Izarra. Las obras de José Javier Peña-Aguayo (Puerto Rico); Luis Moya (Bolivia), Boris Alvarado (Chile), José Agustín Sánchez (Venezuela) y Juan Trigos (México) se estrenaron en nuestro país.
La flauta y el piccolo ocuparon un lugar especial en un recital, que también sirvió de escenario para escuchar en detalle la hermosa sonoridad de instrumentos como el piano, el clarinete, el violín y el violonchelo. Fue además una oportunidad para escuchar un ensamble que viene trabajando arduamente en pro de difundir la música contemporánea.
Este domingo 25 de mayo, a las 11:00 a.m., fue el último concierto de la primera parte del XVIII Festival Latinoamericano de Música. En el escenario de la Sala Simón Bolívar estará la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, dirigida por Alfredo Rugeles quien, junto a la compositora Diana Arismendi, organiza este festival, que promete una segunda parte, en octubre de este mismo año.
En el último concierto de esta primera parte del festival se interpretó la obra Chibchas y Arawaks, de Simón Rodríguez Porras; Tres canciones de brindis, de Aurelio Tello; Emiliana, de Boris Alvarado, Sinfonola, de Alfredo Rugeles, y Tres danzas concertantes, de Luis Ochoa.