María Eugenia Prado sigue creyendo en el poder transformador de la música
Esta profesora es una de las pioneras de El Sistema, que el pasado 12 de febrero arribó a su 43 aniversario. Su labor continúa incansable, no solo en la docencia sino como integrante de la Sinfónica Simón Bolívar, orquesta próxima a cumplir 40 años de labor artística
El Sistema Nacional de Orquesta y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela (El Sistema) comenzó hace 43 años, con 11 jóvenes músicos que creyeron en el proyecto educativo del maestro José Antonio Abreu. Entre ellos estaba Carlos Villamizar, esposo de la violonchelista María Eugenia Prado, quien se dejó entusiasmar por la fe ciega de aquellos apóstoles. Formar parte de esa cruzada la llenó de ilusión, la misma que la inspira a continuar hoy con su carrera profesional, no solo dentro de la docencia sino como integrante de la Sinfónica Simón Bolívar, que este año arribará a sus cuatro décadas de labor artística.
“Me acababa de graduar de bachiller y mientras esperaba entrar a la universidad descubrí un núcleo de El Sistema en Puerto Cabello. Estuve tres años tocando y alternando la música con la carrera de Ingeniería Química, pero un día mi profesor dijo que ya no iba a dar más clases, por lo que decidí hacer un intensivo de violonchelo en Caracas. De esa pausa universitaria ya han pasado 37 años, pues se abrió una audición para entrar en la Sinfónica Simón Bolívar y fue entonces cuando dejé definitivamente la ingeniería y me dediqué a estudiar Teoría y Solfeo”, comentó la maestra, quien posteriormente ingresó al Instituto Universitario de Estudios Musicales (IUDEM), donde se graduó en Ejecución Instrumental. Así comenzó su vida artística, sobre la cual planea continuar dedicada por mucho tiempo más.
“El maestro Abreu me hizo la audición, entré a la orquesta y desde ese momento cambió mi vida. Nosotros, los de mi generación, tuvimos un privilegio histórico que fue vivir con el maestro, convivir con él a diario, nos daba clases de armonía, de historia de la música, asistía a nuestros ensayos, fuimos dirigidos por él… tener ese contacto con el maestro y poder transmitir sus enseñanzas a las nuevas generaciones es un gran honor.”
La labor de un músico no acaba en el momento en que deja de tocar su instrumento. El músico de El Sistema es formado para compartir sus conocimientos a lo largo de su carrera. En el caso de Prado, ella forma parte de los profesores de las cátedras orquestales y es la formadora de los nuevos violonchelistas que integran las distintas orquestas de la institución.
“Es una responsabilidad impartir los conocimientos que yo he tenido a lo largo de mi carrera, pero al final del día esa responsabilidad se transforma en un sentimiento de satisfacción, sobre todo cuando te sientas con ellos en la misma orquesta. Ya no son mis alumnos, ahora son mis colegas, trabajan codo a codo a tu lado y es allí cuando sientes que se hizo bien el trabajo.
Ser parte de los fundadores de El Sistema y seguir en la fila de violonchelistas de la Sinfónica Simón Bolívar es el mérito de esta mujer luchadora: “Después de 37 años es que me doy cuenta de que El Sistema es un monstruo, y cuando hago retrospectiva me digo: ¡fuiste parte de esto!.. !qué honor!, y todavía estás para seguir aportando dentro de la orquesta y dentro de El Sistema como docente. Estoy segura de que seguiré siendo parte de esto hasta que Dios lo disponga”.
Son 43 años de la labor pionera y transformadora del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.